El Real Madrid se llevó la Decimoquinta en otro partido marca de la casa. Fue desbordado por el Dortmund en el primer tiempo, mereció marcharse al descanso con más de un gol de desventaja, pero se mantuvo a flote sin saber ni cómo y acabó encontrándose con la victoria gracias a la ingenuidad de su rival. Carvajal y Vinicius se limitaron a aprovechar las lagunas defensivas para llevarse otra Champions League.
El joven Edin Terzic le ganó de entrada la batalla táctica a Carlo Ancelotti. El Dortmund se plantó bien atrás para esperar el momento de salir triangulando con rapidez. Un guion que interpretó a la perfección y le permitió generar todas las acciones de peligro en la primera mitad.
En el Madrid solo existía Vinicius, si bien entre Ryerson y Hummels lo supieron frenar bien. Algo que no conseguía el Madrid con la electricidad que propulsaban los alemanes en sus jugadas ofensivas.
Hummels intercepta un balón a Vinicius en el Borussia Dortmund – Real Madrid / AP
Brandt tuvo la primera oportunidad sorprendiendo desde atrás antes de que Adeyemi fallara la ocasión de oro para avanzar a su equipo. Hummels rompió a los blancos con un pase vertical, Adeyemi se plantó ante Courtois, pero tomó la mala decisión de regatear a Courtois, se quedó sin ángulo y Carvajal pudo cortar a córner.
El Dortmund se lo creía y poco más tarde fue Füllkrug quien se quedó solo y disparó al poste, aunque podía estar en fuera de juego. Cada llegada germana era una ocasión y Adeyemi obligó a Courtois a estirarse al máximo para evitar el gol.
El Madrid estaba desesperado y la mejor prueba fue con la amarilla a Vinicius por una entrada a destiempo al meta Kobel. Courtois tuvo que intervenir de nuevo antes del descanso con un lanzamiento de Sabitzer desde la media distancia.
El descanso le sirvió al Real Madrid para poner mayor cordura a su juego. Nada más empezar, Kobel evitó que una falta de Kroos se colara por toda la escuadra y Carvajal cabeceó por encima del larguero el córner posterior. Carvajal estaba muy inspirado y tuvo otra ocasión en un disparo mordido que casi sorprende a Kobel.
El Dortmund ya no llegaba tanto, aunque Füllkrug tuvo arrestos para cabecear en plancha un centro de Adeyemi, aunque le salió muy centrado. Una ocasión que no sacó a los germanos de su atasco.
Los alemanes se diluyen
Los errores estaban empezando a llegar en el conjunto amarillo. Una mala salida de Kobel no provocó de milagro un gol de cabeza de Bellingham. El cántaro estaba llegando a la fuente hasta el punto de que se rompió en el último tercio del encuentro.
Una pérdida del Dortmund propició un saque de esquina y Carvajal volvió a sorprender para cabecear a la red. Al Madrid no se le puede regalar nada y menos en una final de la Champions League.
El tanto dejó muy tocado al conjunto alemán, que se deshizo como un azucarillo. Bellingham, Kroos, Camavinga y Nacho acariciaron el segundo hasta que finalmente llegó a través de Vinicius. Una pérdida infantil de Maatsen acabó con la pelota en los pies del brasileño, quien definió fácilmente con un balón picado.
El Borussia Dortmund se lo puso difícil a Bellingham / EFE
El Madrid sentenciaba sin la necesidad de emplearse a fondo. Aguantó en el primer tiempo las embestidas alemanas y, en el segundo, aprovechó las cantadas del rival para llevarse el encuentro. Un resumen de lo que acostumbra a ser el cuadro blanco en esta competición.
El Borussia Dortmund fue muy inocente y no se puede ir con el lirio en la mano en Europa. No tuvo la más mínima fortuna ni cuando Füllkrug cabeceó al fondo de la red, aunque se encontraba por centímetros en fuera de juego y el colegiado anuló el tanto.
La gran revelación de la Champions League se chocó contra el conjunto que más gana ya sea jugando mal, regular o con ayudas arbitrales. Una tónica constante en sus títulos europeos.