Un grupo de científicos chinos encontró una asociación entre la mala calidad del semen y la obesidad en hombres. Un metaanálisis de 50 estudios que en conjunto incluyó a 71,337 participantes reforzó la hipótesis de que un alto índice de masa corporal (IMC) puede afectar la reproducción masculina.
Los hombres con obesidad presentaron niveles más bajos de volumen de semen, conteo de espermatozoides y motilidad en comparación con aquellos que tenían un Índice de Masa Corporal (IMC) normal. Además, se observó que la calidad del fluido seminal empeoraba a medida que aumentaba el exceso de peso. Los resultados se publicaron en el International Journa of Obesity.
El epidemiólogo Yingxin Li, de la Universidad Sun Yat-sen, y su equipo revisaron exhaustivamente 5,070 artículos en las bases de datos PubMed, EMBASE y Web of Science. De estos, seleccionaron los 50 estudios más relevantes para su objetivo de investigar la relación entre el IMC y la fertilidad. En general, encontraron que los hombres obesos tenían una reducción promedio de 0.24 ml en el volumen seminal, un 2.21% menos de motilidad total y un 5.95% menos de motilidad progresiva. Los hombres que estaban en las bases de datos se encontraron dentro de categorías como personas sanas, hombres infértiles, subfértiles y sospechosamente subfértiles.
El vínculo entre peso y calidad de semen no implica necesariamente una causalidad, aclaran los investigadores. Estudios previos sobre este tema han sugerido que los desequilibrios hormonales, las toxinas en el tejido graso y una temperatura corporal más alta podrían estar involucrados en este fenómeno.
El gel experimental se aplica en los hombros. Al cabo de varias semanas el conteo de esperma se reduce al mínimo para evitar embarazos no deseados.
La crisis de calidad y cantidad de espermatozoides es mundial
En 2022, un estudio publicado en la revista científica Human Reproduction Update reveló que la concentración espermática prácticamente se redujo a la mitad en todo el mundo durante los últimos 50 años. En 1973, el conteo promedio se situaba en 101 millones de espermatozoides por mililitro. En 2017, la cifra descendió a 49 millones por mililitro. Según la Clínica Mayo, una concentración menor a 15 millones de espermatozoides por mililitro se considera una condición de subfertilidad.
La medicina aún no cuenta con una única explicación para la pérdida de calidad y volumen de espermatozoides. Entre las principales causas se encuentran la contaminación ambiental, el consumo de sustancias estimulantes, el tipo de dieta, las infecciones, los desajustes hormonales, el estrés e incluso el uso excesivo del teléfono móvil. Todas estas variables podrían estar interrelacionadas, aunque aún no se ha determinado su proporción exacta en la afectación de la fertilidad masculina.
Además, se ha añadido un factor inesperado al estudio de la calidad del semen: un análisis reciente en 40 hombres sanos encontró hasta ocho tipos de microplásticos en el fluido seminal. Estas partículas de polímeros también se han detectado en arterias, tejido muscular, testículos e incluso en placentas.
La Organización Mundial de la Salud estima que 1 de cada 6 personas en el mundo sufre de infertilidad. Este fenómeno se considera un problema grave que requiere medidas urgentes para su abordaje. Actualmente, las soluciones para prevenir, diagnosticar y tratar la infertilidad son limitadas, costosas y a menudo llevan consigo un fuerte estigma social.