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Esta píldora experimental contra la obesidad imita la cirugía de bypass gástrico

PYN
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El fármaco se basa en investigaciones realizadas en el MIT por Giovanni Traverso, gastroenterólogo e ingeniero mecánico, y Robert Langer, ingeniero químico y fundador de más de dos decenas de empresas biotecnológicas. Ambos descubrieron este mecanismo mientras desarrollaban fórmulas líquidas para administrar medicamentos a niños. Pronto notaron que podían hacer más o menos permeable este revestimiento sintético, tanto para mejorar como para ralentizar la absorción. Esta última propiedad resultó prometedora como tratamiento para la obesidad.


Premios Frontera del conocimiento Ozempic

Los medicamentos basados en la hormona GLP-1, como el Ozempic, han mostrado un potencial alentador para combatir enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.


Un revestimiento adherente al estómago

«Este material es algo que se toma en forma de cápsula o líquido, pero al día siguiente desaparece debido a la renovación natural de la superficie mucosa del tracto gastrointestinal», explica Traverso. Él y Langer cofundaron Syntis con Dhanda en 2022. Traverso compara este revestimiento con el que utilizan los mejillones y otros moluscos para adherirse a las rocas o al fondo del océano.

En los resultados anunciados por Syntis, el fármaco fue administrado en forma líquida a través de un tubo directamente en el intestino delgado, para verificar que el recubrimiento de polímero se formaba correctamente. También se probó una versión en comprimidos en cerdos y perros, que es la que Syntis planea utilizar en futuros ensayos clínicos con humanos. En ratas, el fármaco produjo una pérdida de peso semanal constante del 1 % durante un período de seis semanas, sin pérdida de masa muscular magra.

En un estudio piloto con nueve participantes humanos, el fármaco demostró ser seguro y no se reportaron efectos adversos. Se tomaron muestras de tejido del intestino para confirmar que el recubrimiento se formaba y se eliminaba del cuerpo en 24 horas. Aunque el estudio no se diseñó para evaluar pérdida de peso, los análisis de sangre mostraron niveles más bajos de glucosa y de grelina o la «hormona del hambre», así como niveles más altos de leptina, una hormona que regula el apetito.

Dhanda afirma que, al redirigir los nutrientes a una fase posterior del intestino, se activan vías que conducen a la saciedad, al aumento del gasto energético y, en general, a una pérdida de peso más saludable y sostenible. Los hallazgos en animales también sugieren que este tratamiento no comprometería la masa muscular, una preocupación creciente en torno a los actuales fármacos GLP-1. Aunque la pérdida de peso suele asociarse a beneficios para la salud, cada vez hay más evidencia de que las reducciones drásticas inducidas por los GLP-1 pueden ir acompañadas de una pérdida considerable de masa muscular magra.


Ilustración que muestra un estómago con el balón gástrico inflado y otro con el balón desinflado

El objetivo es evitar que el estómago se acostumbre a la presencia perenne del incremento de volumen, lo que con el tiempo reduce la eficacia de los dispositivos clásicos.


Fácil aunque no es recomendable para todos

Louis Aronne, especialista en obesidad y profesor de investigación metabólica en la Facultad de Medicina Weill Cornell, señala que, aunque los GLP-1 son muy populares, no son adecuados para todo el mundo. Predice que en un futuro cercano existirán múltiples tratamientos para la obesidad y que el enfoque será más personalizado: «Creo que el compuesto de Syntis encaja perfectamente como un tratamiento que podría utilizarse en una fase temprana. Es un tipo de cosa que se podría usar como medicamento de primera línea». Arrone es asesor clínico de la empresa.

Vladimir Kushnir, catedrático de medicina y director de endoscopia bariátrica en la Universidad de Washington en San Luis, quien no está vinculado a Syntis, considera que los datos preliminares son alentadores, aunque señala que es difícil sacar conclusiones a partir de un estudio tan pequeño. Cree que el fármaco probablemente hará que las personas se sientan más saciadas, aunque podría tener efectos secundarios similares a los del bypass gástrico: «Preveo que tendrá algunos efectos secundarios digestivos, como hinchazón y calambres abdominales, así como posibles diarreas y náuseas cuando se realice un estudio más amplio». Aún es pronto para esta novedosa técnica, pero si resulta eficaz, algún día podría convertirse en un fármaco alternativo o complementario de los medicamentos con GLP-1.

Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.

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