El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) alerta que podrían registrarse hasta 2,000 nuevas infecciones diarias del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) si no se restablece o sustituye el financiamiento internacional de Estados Unidos para combatir esta enfermedad. Además, el organismo advierte que las muertes relacionadas con el padecimiento podrían multiplicarse por diez en comparación con los niveles del año pasado.
A finales del mes pasado, ONUSIDA informó haber recibido una carta en la que el Gobierno estadounidense confirmaba la suspensión de las ayudas económicas destinadas a la iniciativa global para erradicar la afección. En respuesta, el programa de la ONU calificó la decisión como «un hecho grave que afecta toda la respuesta al VIH, incluidos los servicios que salvan vidas para las personas que viven con el virus o están afectadas por él, la sociedad civil y nuestros asociados».
Esta medida forma parte de una decisión de la administración de Donald Trump de reducir en un 90% los contratos de ayuda exterior de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) por un periodo mínimo de tres meses.
Durante una conferencia de prensa en Ginebra, Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, advirtió que la determinación del Gobierno estadounidense tendrá «un impacto devastador» en quienes padecen VIH. «Esta repentina retirada de la financiación ha supuesto el cierre de numerosas clínicas y el despido de miles de trabajadores sanitarios. Como resultado, esperamos un aumento en las nuevas infecciones. ONUSIDA calcula que podríamos llegar a registrar 2,000 nuevos casos diarios», señaló.
Byanyima explicó que estas proyecciones se basan en modelos predictivos diseñados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aunque no detalló la metodología utilizada para alcanzar dichas conclusiones.
Asimismo, la representante de ONUSIDA afirmó que, si el apoyo económico de USAID no se reanuda tras los 90 días previstos, o no es sustituido por otra fuente de financiamiento, «en los próximos cuatro años, podrían registrarse 6.3 millones de muertes adicionales por síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)».
Los avances contra el VIH no son suficientes
ONUSIDA estableció el año 2030 como «la fecha límite para poner fin a la epidemia del VIH como amenaza para la salud pública». Sin embargo, el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de Estados Unidos (IHME) advirtió a finales de este año que los esfuerzos globales podrían no ser suficientes para cumplir con dicho objetivo. Aunque en términos generales se ha observado una reducción en las nuevas infecciones, el número de casos está aumentando en regiones con tasas de contagio históricamente bajas.
En un estudio publicado en la revista The Lancet, el IHME analizó los casos de VIH/SIDA entre 1990 y 2021 en 204 países. Los hallazgos revelaron una disminución del 21.9% en las nuevas infecciones a nivel mundial, pasando de 2.11 millones de casos en 2010 a 1.65 millones en 2021. Paralelamente, las muertes relacionadas con el virus se redujeron en un 39.7%, de 1.19 millones en 2010 a 718,000 en 2021.