
El nuncio apostólico en Paraguay, monseñor VicenzoTurturro, realizó el miércoles un recorrido técnico por la Central Hidroeléctrica Itaipu (CHI), como parte de su visita al Alto Paraná. Durante su estadía en la Entidad, destacó el importante rol que tuvo la Binacional para la unión de Paraguay y Brasil, calificando el emprendimiento como ejemplo para otros países.
Acompañado por el director técnico, Hugo Zárate, el nuncio se mostró asombrado por la grandeza de la obra, señalando que ver la usina de cerca es impactante. “La hermandad entre los pueblos puede producir cosas maravillosas”, dijo al ser consultado sobre sus primeras impresiones con respecto al recorrido.
“Itaipu nació para solucionar un tema de conflicto entre dos países hermanos. Una solución concreta, real, que da muchos beneficios a los dos países, y también evitó un enfrentamiento político y diplomático. Es una verdadera muestra de integración y de negociación sobre la base de la paz”, añadió.
Igualmente, el nuncio apostólico admiró la combinación de la naturaleza y el ingenio humano para el resultado de esta obra que permite el aprovechamiento de un río compartido. Dijo que Dios se manifiesta también a través de este emprendimiento que permite el uso de un recurso natural para producir energía y que sirve para el bienestar de todos.
El monseñor Turturro y su comitiva inició su recorrido en el Mirador Margen Derecha, para luego dirigirse al Edificio de Producción, donde conoció las salas de Control Central (CCR) y de Despacho de Cargas (SDC). Seguidamente observó el Eje de la Turbina de una de las unidades generadoras de Itaipu. La visita guiada culminó en el sexto piso del edificio.
El nuncio apostólico en Paraguay comenzó el martes su visita de tres días a la Diócesis de Ciudad del Este, a fin de cumplir con una serie de actividades y visitas a instituciones.