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En Alemania, crece la indignación por la criminalización de los activistas propalestinos que repudian el genocidio en la Franja de Gaza. Distintos colectivos y funcionarios de la ONU denuncian que existe una política de Estado que defiende los intereses israelíes. Señalan que a quienes se expresan, se les acusa de terrorismo o antisemitsimo.