Ad image

La calidad del aire en México es mala, pero hay 54 países que están peor, según este ranking

PYN
5 Min Read

La contaminación atmosférica en México se ha convertido en un problema de salud pública que requiere atención urgente. Sin embargo, hay 54 países donde la situación es aún más grave, según el estudio World Air Quality Report 2024 de IQAir.

El informe analizó datos de más de 40,000 estaciones de monitoreo de calidad del aire ubicadas en 8,954 localidades de 138 países y regiones. Se concluyó que el 91.3% de los territorios evaluados superaron los límites seguros de contaminación del aire establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Dichos estándares sugieren una exposición anual máxima de 5 microgramos de PM2.5 (micropartículas contaminantes con un diámetro de 2.5 micrómetros o menos) por metro cúbico de aire. Solo el 17% de las ciudades del mundo cumplen con estas directrices.

“La contaminación atmosférica sigue siendo una amenaza crítica para la salud humana y la estabilidad del medio ambiente; sin embargo, una gran parte de la población desconoce sus niveles de exposición», señaló Frank Hammes, consejero delegado mundial de IQAir.


Aire contaminación

Los científicos aún no tienen claro cuáles de los contaminantes presentes en el aire aumentan el riesgo de padecer trastornos mentales y neurológicos.


En 2024, la República de Chad, en África, encabezó la lista de los países más contaminados, con niveles de contaminación más de 18 veces superiores a los recomendados por la OMS. Bangladesh, Pakistán, la República Democrática del Congo e India completan los cinco primeros lugares.

Aunque India no es el país con peor calidad del aire, alberga la zona metropolitana más contaminada del mundo: Byrnihat. De hecho, 35 de las 50 urbes con más contaminación se encuentran en territorio indio (y nueve en el país vecino de Pakistán). En contraste, Bahamas fue el territorio con el aire más limpio a nivel global, seguido de Bermudas, la Polinesia Francesa, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Puerto Rico.

Siete de las ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en Asia Central y Meridional. Según el informe, las concentraciones de contaminantes disminuyeron significativamente en el sudeste asiático. No obstante, la bruma transfronteriza y las condiciones de El Niño agravan la situación. En América Latina, los incendios forestales en la selva amazónica impactaron vastas zonas el año pasado, provocando que los niveles de PM2.5 en múltiples ciudades de los estados brasileños de Rondônia y Acre se cuadruplicaran en septiembre. Oceanía, por su parte, es la región con el aire más limpio del mundo, ya que el 57% de sus ciudades cumplen con los valores seguros de la OMS.

Calidad del aire en México

México ocupa el puesto 55 entre los países evaluados con peor calidad del aire. A pesar de ello, la concentración de contaminantes en territorio nacional supera entre tres y cinco veces el umbral recomendado por la OMS. Dentro de Latinoamérica, es el segundo país más contaminado, solo por debajo de Guatemala y seguido de El Salvador, Perú y Chile.

Contrario a la creencia popular, la Ciudad de México no es la urbe más contaminada del país. Ese título lo ocupa la zona metropolitana de Ajalpan, en Puebla, que se encuentra en la posición 821 de las 8,954 ciudades más contaminadas del mundo.

Diversas investigaciones estiman que la mala calidad del aire está vinculada con más de 5 millones de muertes anuales en todo el mundo, afectando especialmente a los países de ingresos bajos y medios. Implementar iniciativas como el uso de combustibles más limpios y estrategias de movilidad que respeten los estándares de la OMS es esencial para mitigar los efectos de las partículas PM2.5 en la salud.

Aidan Farrow, científico jefe de calidad del aire en Greenpeace Internacional, advierte que «al poner de relieve el riesgo desproporcionado que supone la contaminación atmosférica, el informe nos recuerda que la inacción de hoy repercutirá en las generaciones futuras. Las referencias a actividades humanas como la quema de carbón y la deforestación subrayan la conexión entre la calidad del aire, el cambio climático y el mundo que heredaremos».

Por su parte, Hammes reitera que “los datos sobre la calidad del aire salvan vidas. Generan conciencia, informan decisiones políticas, guían las intervenciones de salud pública y empoderan a las comunidades para actuar contra la contaminación y proteger a las futuras generaciones».

source

Share This Article
Leave a Comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *