Actualmente, el servicio público de salud cuenta con un total de 375 unidades de terapia intensiva para adultos, de las cuales 290 están operativas y 102 no operativas, según detalló el doctor Arturo Cáceres, director de terapias del MSP y BS. Explicó que dicha cantidad de camas es dinámica, ya que prácticamente hora a hora se desocupan, o entran en funcionamiento, o dejan de funcionar.
“Básicamente, la distribución se hace en base a las especificaciones en cuanto a terapias neonatales, las terapias pediátricas y las terapias adultos. Los números son muy dinámicos, pueden variar a la tarde, estos números van a variar mañana. Hoy damos un número y parecería que mañana no coincide, porque incluyen múltiples factores, equipos biomédicos, infraestructura, profesionales que funcionan 24/7 que en algún momento fallan”, precisó.
Contó que hay 136 unidades neonatales, de las cuales de 76 que tenían operativas, hoy se cuenta con 82, y había 60 no operativas, hoy se redujeron a 54, pero que están 100% ocupadas, cuyo principal factor es la alta tendencia de la hipertensión arterial y diabetes durante el embarazo. Las pediátricas, que son muchos servicios, son 106 camas disponibles, en los cuales 90 están operativas y 16 no operativas.
“Tengo 375 y tengo a dar tu número nomás, 210 disponibles y el resto parece un número así fácil, ¿verdad? Pero es muy complejo lo que hay detrás de eso, ¿verdad? Y sobre todo el factor recurso humano que siempre en la región, y yo creo que en gran parte del mundo es un déficit, de esta especialidad, en la última década. Se vio un repunte en los últimos 2 años atrás, pero eso es un trabajo a largo plazo”, indicó.
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País a puertas de pandemias
El médico explicó que nuestro país tiene una condición particular al ser un país tropical, ya que siempre estamos a puerta de cualquier epidemia, como dengue, influenza, COVID, que destroza el sistema de salud.
También comentó que ante el colapso o la alta demanda del sistema de salud público, existen ciertos convenios con el sector privado, alianza público privada, que siempre fue un oxígeno al servicio del Estado.
“Cuando tenemos la información de que no hay unidad disponible en el sistema público se activa eso, pero no siempre tenés tampoco respuesta ahí, a veces eh el tiempo apremia y a veces el lugar, no siempre la respuesta del sistema privado tampoco tiene que ver con la región, a veces tenés por ejemplo, convenios con el servicio neonatal, pero en la capital”, refirió.
Agregó que si bien el sistema público de salud es gratuito para el paciente, a veces el centro asistencial no cuenta con todos los recursos o medicamentos, y como el tiempo apremia, es cuando se le solicita la compra a los pacientes o familiares de algún insumo.
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Escasez de especialistas
El doctor Cáceres explicó que según el registro de médicos especialistas de las sociedades científicas señalan que en terapia intensiva neonatal del país tenemos 107 especialistas nada más, terapia intensiva pediátrica 130 en total y terapia intensiva adulto 253.
“Estos números realmente en los últimos dos años aumentaron, ¿en base a qué?, cuando se calmaron las aguas en una situación tan catastrófica como fue la pandemia, hubo una preocupación de la sociedad científica porque no teníamos la capacidad de dar respuesta al punto de vista de recursos humanos”, indicó.
Contó que ante ese escenario se planteó un proyecto de ley a través de la Comisión de Salud, que es la ley 7.159, que crea el programa de incentivos para la práctica de la medicina crítica, teniendo en cuenta que en los últimos 15 la especialidad se volvió poco atractiva, llegando incluso a contar con tan solo 2 o 3 egresados por año.
“Hoy esos números aumentaron eh en un 40%. Estamos hablando en cuanto al registro, son números fantásticos en porcentaje. Pero aun así es un trabajo a largo plazo. Estamos hablando que si va eso se mantiene esos números en progresión, daríamos respuesta para el sistema de salud en cuidado intensivo en 10 a 12 años recién. Tenemos un pequeño oxígeno que hubo un aumento en cuanto a la los egresados, además aumentaron las plazas del CONAREM”, consideró.
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Agregó que la planificación es muy importante, por eso desde que asumió, un poco más de 4 a 5 semanas trabajan intensamente para que haya una proyección, un análisis técnico constante, sobre todo siempre trabajando con base en estadísticas y números que al final son los que pueden dar un adelanto de lo que pueda acontecer, pero siempre con un margen de error.
Traslados a centros especializados
Cáceres indicó que ciertas patologías son para un tipo de servicio, por ejemplo, un paciente con un cuadro cardiovascular, llámese infarto, llámese disección de aorta, existe un centro cardiológico, entonces se trata de derivar ahí, o una situación de trauma, accidente de tránsito, politraumatizado, trata de centralizarse el centro de trauma.
“Hay que optimizar la respuesta, el paciente no se va a curar porque tenga una cama de terapia intensiva. Al paciente hay que darle lo que necesita. Entonces, en ese momento, si necesita algo neuroquirúrgico, se le lleva una unidad donde sí tiene servicio neuroquirúrgico, si tiene cardiovascular, en un servicio donde tenga servicio”, precisó.
Dijo que es una situación alarmante los accidentes de moto, ya que son los que prácticamente tienen en un 30% de ocupación de las unidades de cuidado intensivo.
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“Si vos pasás por el centro de emergencias médicas, es una zona de guerra, porque los accidentes de tránsito es una cuestión de también 24/7 ahí y más en los fines de semana, más en los feriados, como que no hay una conciencia y sería bueno también trabajar en esa área, de mayores controles la gente no usa casco”, puntualizó.
Agregó que eso genera una situación no solamente de colapso del sistema, sino también toda una familia detrás.
Dijo que en un mundo ideal sería aproximadamente 1.000 camas las necesarias para sostener el sistema de salud, y que actualmente contamos con un promedio de 616 camas.