
El “arduo” trabajo al que se dedica el fulano le pasó factura y se durmió en plena “labor”. (Foto: Gentileza)
Por la pinta que el trabajo de ir de casa ajena en casa ajena es “agotador”. Al menos eso es lo que se puede deducir después de ver a un prójimo que “tumbó” en una cama que encontró dentro de la vivienda a la que se metió. Tan profundo fue el sueño que el tipo roncó hasta que la un policía lo llevó para que siga durmiendo en la comisaría.
El singular caso se dio en el barrio Roberto L. Pettit de la capital. La mujer, dueña de casa, dijo que se levantó de la cama en la habitación en la que estaba y fue a la otra pieza. Al ingresar, se encontró al “bello durmiente” roncando de lo lindo sobre la cama.
Alertada, salió en busca de ayuda con los vecinos, quienes llamaron a la Policía para que venga a ver el tema. Por más que montaron guardia para evitar que el fulano se escape, no hizo falta. Es que el prójimo roncaba de lo lindo al punto que los uniformados lo despertaron para llevárselo a la comisaría.
Dato no menor es que el tipo cayó en sueño profundo sosteniendo en la mano la billetera de la dueña de la casa.