La ANDE licitará 10 proyectos de infraestructura este año por un total estimado de US$ 259 millones, bajo la modalidad “leasing operativo”. Este es un mecanismo de financiación que permite a la empresa estatal de electricidad utilizar líneas de transmisión, subestaciones y otros equipos esenciales sin necesidad de comprarlos de inmediato, según explicó el presidente de la ANDE, Ing. Félix Sosa.
“Es como cuando alquilas un auto con la opción de comprarlo al final”. Por tanto, la ANDE usa esta modalidad para contar con equipos y obras sin pagar todo de una vez, explicó.
Este sistema de financiamiento tiene sus ventajas y desventajas, que hay que tener en cuenta. Entre sus ventajas, el leasing operativo permite distribuir los costos de inversión en un plazo de 15 años, evitando un impacto financiero inmediato y facilitando la ejecución de otros proyectos, resalta el presidente de la ANDE, Ing. Félix Sosa.
Al tratarse de financiamiento de largo plazo, con cuotas más bajas, se optimiza la capacidad de inversión de la ANDE en infraestructura eléctrica. Además, al cotizarse en guaraníes, se elimina el riesgo cambiario y se mantiene la estabilidad de costos, alineando los pagos con los ingresos de la entidad. Esto también facilita la planificación financiera, al permitir una mejor proyección de los pagos sin depender de la fluctuación del tipo de cambio.
Otro beneficio es que impulsa el mercado financiero local al fomentar el uso de moneda nacional en transacciones de gran envergadura.
La rapidez en la ejecución de proyectos es otro aspecto clave, ya que no requiere la aprobación de créditos internacionales, tampoco los largos procesos de negociación con organismos multilaterales. Al tratarse de un contrato de arrendamiento, los pagos son previsibles y distribuidos en el tiempo, reduciendo la carga sobre el presupuesto estatal.
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El mecanismo también brinda flexibilidad financiera, ya que al finalizar el contrato, la ANDE puede optar por comprar los activos, renovar el leasing o devolver la infraestructura. A esto se suma la posibilidad de acceder a tecnología moderna sin necesidad de realizar una gran inversión inicial y sin que el contrato incremente la deuda pública, ya que se registra como un gasto operativo en lugar de una obligación financiera.
Leasing operativo de la ANDE, ¿tiene desventajas?
El Ing. Sosa resaltó que es fundamental que la ciudadanía comprenda que el leasing operativo es una herramienta útil para ejecutar proyectos con rapidez y sin grandes desembolsos iniciales. Sin embargo, advirtió que siempre debe analizarse cuidadosamente si el costo financiero es justificado en cada caso.

“En algunos proyectos puede ser más conveniente utilizar financiamiento convencional, mientras que en otros el leasing operativo permite concretar obras que de otro modo tardarían años en ejecutarse, lo que representa un sobrecosto para la ANDE, al no poder ejecutar esos proyectos en tiempo y forma, recurriendo a soluciones parciales”, aseguró.
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Consultada la Inteligencia Artificial sobre cuáles podrían ser las desventajas de este modelo, la respuesta fue que, a largo plazo, el costo total del leasing operativo puede superar el de una compra directa, debido a los intereses y costos financieros asociados.
Asimismo, sostiene que la dependencia de proveedores privados para la provisión, mantenimiento y operación de la infraestructura puede generar riesgos en la continuidad del servicio. Además, la ANDE no adquiere de inmediato los activos, lo que puede limitar su independencia en la gestión de recursos y generar una falta de acumulación patrimonial.
El leasing operativo también puede generar restricciones presupuestarias a futuro. Al asumir múltiples contratos de este tipo, se crean compromisos financieros recurrentes que podrían reducir la capacidad de inversión en otras áreas estratégicas.
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Por otra parte, si los servicios de mantenimiento y operación quedan en manos de terceros, la ANDE podría enfrentar dificultades en el control de la calidad del servicio. Además, los contratos deben estructurarse con cuidado para evitar cláusulas desfavorables, costos ocultos o penalidades excesivas.
En el ámbito político y social, esta modalidad puede ser objeto de críticas, ya que algunos sectores podrían interpretarla como una forma de privatización encubierta o una mala administración de los recursos públicos.
El leasing operativo es, en definitiva, una herramienta que puede ser útil para la ANDE cuando se necesita ejecutar proyectos con rapidez y sin afectar la deuda pública. Sin embargo, su implementación debe ser evaluada con cautela, considerando los costos a largo plazo, la dependencia de proveedores y el impacto financiero para garantizar una gestión eficiente y sostenible.