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Los científicos utilizaron un telescopio para localizar la fuente de los pulsos y descubrieron que se trataba de dos objetos.
Cada dos horas aproximadamente, un pulso de ondas de radio se propaga por el espacio-tiempo y su aparición se ha registrado desde hace años. Ahora, un equipo de astrónomos ha identificado su origen por primera vez, según un artículo publicado este miércoles en la revista Nature Astronomy.
Los científicos utilizaron un telescopio para localizar la fuente de los pulsos y descubrieron que había dos objetos que los generaban: una estrella enana roja, fría y tenue, y una enana blanca mucho más pequeña, el núcleo colapsado de una estrella similar al Sol que ya ha muerto, dejando tras de sí un pequeño y denso trozo de materia estelar que brilla intensamente con el calor residual.
Estos dos pequeños objetos, situados a unos 1.645 años luz de la Tierra, están tan próximos entre sí que su período orbital es de poco más de dos horas. Debido a su cercanía, en cada órbita sus campos magnéticos y el plasma que contienen chocan entre sí, produciendo una ráfaga de ondas de radio que se propagan por la galaxia.
«Ha sido especialmente interesante añadir nuevas piezas al rompecabezas«, explicó Iris de Ruiter, miembro de la Universidad de Sídney (Australia) y autora principal del estudio. «Trabajamos con expertos de todo tipo de disciplinas astronómicas. Con diferentes técnicas y observaciones, nos fuimos acercando paso a paso a la solución», añadió.
Es la primera vez que los pulsos de radio se han rastreado hasta un objeto binario. Aunque no se trata de ráfagas de radio rápidas, el descubrimiento sugiere que algunas fuentes de ondas de radio misteriosas en el universo, incluidas las ráfagas de radio rápidas periódicas, pueden ser producto de una interacción binaria.
