El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) confirmó 78 nuevos casos de tos ferina en México durante la última semana, elevando a 288 el total de infecciones registradas en lo que va del año. Esta cifra se aproxima al total de casos certificados en todo 2024.
Las autoridades sanitarias indican que el brote afecta a casi toda la República Mexicana, con solo seis de los 32 estados sin registros de incidencia. La Ciudad de México es la entidad con más contagios acumulados (46 casos), seguida de Nuevo León (34), Chihuahua (24), Estado de México (23) y Aguascalientes (21).
Las autoridades de salud de Nuevo León y Sinaloa han confirmado nuevos casos de metapneumovirus en las últimas horas. Las autoridades federales afirman que el virus no representa riesgos significativos.
La Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud emitió a principios de este mes una alerta epidemiológica debido a esta infección, misma que ya ha cobrado la vida de un bebé de mes y medio en Nuevo León. “Ante el incremento de casos de tos ferina en México, se recomienda fortalecer la vigilancia para controlar la carga de la enfermedad y evaluar el impacto de la estrategia de vacunación implementada en el país, así como intensificar los esfuerzos de monitoreo en niños menores de un año hospitalizados”, recomendó el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave).
Especialistas en salud pública explican que esta enfermedad presenta brotes epidémicos cíclicos con una frecuencia de tres a cinco años, lo que exige la implementación constante de medidas preventivas. Víctor Gómez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que estas olas de contagio pueden atribuirse, en primer lugar, a una disminución en la cobertura de vacunación contra la tos ferina. Además, la baja exposición a bacterias debido a periodos prolongados de aislamiento social podría influir en el aumento de casos. “Cuando el sistema inmunológico no se enfrenta regularmente a agentes externos, pierde capacidad de respuesta ante infecciones comunes”, agrega el experto.
¿Qué es la tos ferina y cuáles son sus síntomas?
Se trata de una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más frecuente en niños menores de 12 años, especialmente entre los 3 meses y el primer año de vida. Para los recién nacidos, representa un riesgo significativo. Su transmisión ocurre por contacto o exposición a secreciones de las vías respiratorias de una persona infectada.
Los primeros síntomas aparecen entre los 7 y 10 días posteriores al contagio e incluyen congestión nasal, lagrimeo, fiebre y tos leve. Dos semanas después, la enfermedad alcanza su punto más crítico, con episodios de tos incontrolable, fatiga extrema y dificultad para respirar. Estos síntomas pueden persistir hasta por 10 semanas.
En esta fase pueden surgir complicaciones como neumonía, infecciones del oído medio, pérdida de apetito, alteraciones del sueño, desmayos, deshidratación, convulsiones e incluso encefalopatía. “Los bebés corren mayor riesgo de complicaciones y muerte, ya que la respiración puede detenerse temporalmente durante los ataques de tos”, advierte la dependencia federal.
Tratamiento y medidas de prevención
El tratamiento de la tos ferina se basa en la administración de antibióticos y, en casos graves, se aplican medidas de hidratación intravenosa. También se emplean medicamentos para controlar la fiebre y la congestión nasal.
Gómez enfatiza que “el mejor enfoque ante la tos ferina es la prevención. Vacunar a los niños y a las embarazadas es la estrategia más efectiva para evitar brotes”. En México, la vacuna pentavalente acelular protege contra difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis e influenza tipo B. Se administra en cuatro dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses. Como refuerzo, la vacuna DTaP se aplica a los 4 y 6 años. Las mujeres embarazadas pueden proteger a sus bebés aplicándose la vacuna Tdap entre las semanas 27 y 36 de gestación.
Para reducir la propagación de la tos ferina y otras enfermedades respiratorias, los profesionales de la salud recomiendan:
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón.
- Usar desinfectante para manos a base de alcohol.
- Evitar tocarse el rostro con las manos.
- Limpiar y desinfectar superficies de uso frecuente, incluidos juguetes.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar con un pañuelo desechable o la parte interna del codo.
- Permanecer en casa en caso de presentar síntomas.
- Utilizar cubrebocas en espacios concurridos.
