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El fracaso comercial que Steve Jobs enterró en el desierto: la historia de Apple Lisa

PYN
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Steve Jobs convirtió a Apple en sinónimo de éxito, marcando a fuego la industria con productos tan revolucionarios como el iPhone, el primer smartphone moderno. Mientras estuvo al mando de la tecnológica de California, cada lanzamiento parecía un triunfo asegurado. Sus escasos fracasos, en cambio, fueron sepultados, algo que ocurrió literalmente con su primera gran apuesta: Apple Lisa.

En la época dorada de las computadoras hogareñas, a comienzos de la década del 80, la compañía de la manzanita dio un golpe en la mesa con una máquina que contaba con una interfaz gráfica de usuario (GUI) y un mouse, características que más tarde se convertirían en estándar en la industria. Jobs decidió nombrarla Lisa en homenaje a una de sus hijas.

Sin embargo, su precio extremadamente absurdo (10.000 dólares), sus problemas de hardware y la competencia con las más económicas IBM y Macintosh (otra línea de Apple) la convirtieron en un fracaso comercial.

Durante los años 80, IBM era un competidor formidable en el mercado de las computadoras personales. El lanzamiento del IBM PC en 1981 estableció un estándar en la industria, y su éxito obligó a Apple a innovar rápidamente. El Macintosh, lanzado en 1984, fue la respuesta. Con un precio más accesible y un enfoque en la facilidad de uso, el Macintosh logró capturar la atención del mercado, eclipsando al Lisa.

Tras vender apenas 30.000 unidades, Apple dejó de fabricar Lisa en 1985, quedándole un stock de 7.000 equipos sin saber qué hacer con ellos. Un fracaso que Steve Jobs no pudo tolerar.

El entierro de Apple Lisa, un misterio que sigue abierto

Apple Lisa salió a la venta con un precio de 10.000 dólares.Apple Lisa salió a la venta con un precio de 10.000 dólares.

Ahí apareció Bob Cook, fundador de Sun Remarketing, una empresa dedicada a la reventa de tecnología, sobre todo de Apple. Después de haber hecho un buen negocio con el Apple III, compró unas 7.000 unidades de Lisa sobrantes a precio de ganga con la idea de renovarlos y relanzarlos como ‘Lisa Professional’.

El empresario gastó 200.000 dólares en mejoras: optimizó el diskette, la memoria RAM, el disco rígido y le instaló un sistema operativo más moderno. Parecía que el Lisa tenía una segunda oportunidad… pero Apple le bajó el pulgar.

Apple tenía una cláusula que le permitía recuperar las computadoras cuando quisiera, y en 1989 decidió hacerlo antes de que Cook pudiera venderlas. En lugar de aprovecharlas, tomó una decisión más drástica: las destruyó y las enterró en un basural en Logan, Utah.

Steve Jobs con Lisa, su hija. (Archivo familiar/ web)Steve Jobs con Lisa, su hija. (Archivo familiar/ web)

¿Por qué? La teoría más fuerte es que no quería que un modelo fallido volviera al mercado y le hiciera sombra a sus nuevos productos. Pero también hubo un beneficio económico: al declarar las máquinas como pérdida, Apple obtuvo deducciones fiscales, una práctica común en el mundo corporativo para minimizar pérdidas financieras.

El entierro de las computadoras Lisa en el desierto de Utah recuerda al famoso caso de los cartuchos E.T. the Extra-Terrestrial de Atari, que incluso llegó a transformarse en un documental en Netflix. La compañía sepultó millones de unidades en el desierto de Nuevo México debido a su fracaso comercial; aunque en este caso Apple generó críticas por desperdiciar equipos que todavía podían usarse.

No obstante, esta estrategia también reflejó cómo las empresas gestionan inventarios no vendidos y productos obsoletos para optimizar sus resultados financieros.

Aunque se dice que todas las unidades del Lisa fueron destruidas, persisten rumores de que algunas podrían haber sobrevivido. Si bien no hay evidencia concreta, estas especulaciones alimentan el interés de coleccionistas y entusiastas de la tecnología, quienes consideran al Lisa una pieza de colección debido a su historia y su lugar en la evolución de las computadoras personales.

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