Este viernes, el presidente de la República, Santiago Peña, participó de un acto por el inicio de obras de viviendas de los proyectos Cañada Garay, en el marco del Programa “Che Róga Pora” en Luque, y durante su discurso criticó a la prensa, una vez más.
Santiago Peña utilizó la fábula de “La hormiga y la cigarra” para comparar a esta última con la prensa que, a su criterio, busca desviarlos del trabajo que realizan.
“La cigarra tiene diferentes formas: pueden ser adversarios políticos o electorales que no quieren que nosotros trabajemos decididamente en transformar la vida de miles de paraguayos”, manifestó.
Posteriormente, dijo que la cigarra también puede ser los medios de comunicación. “Quieren desviarnos de nuestro trabajo, resaltando los fracasos y obviando el proceso de siembra que traerá beneficios en el proceso de cosecha. Vivimos día a día eso, y es natural dentro de la democracia”.
Antecedentes de Peña y la prensa
En octubre último, el presidente Santiago Peña firmó la Declaración de Chapultepec de compromiso con la libertad de prensa en la 80ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en Córdoba, y al mismo tiempo se quejó de la posverdad y la polarización, cuestionando el periodismo libre.
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“El ciclo es evidente: primero, la prensa se polariza, luego se polariza la población, finalmente, la comunidad toda. Y una comunidad polarizada es una que vive en el borde del abismo del autoritarismo y su perverso hermano gemelo: el populismo”, declaró.
Refirió que “estas desviaciones ven felices la polarización como su caldo de cultivo. No, la libertad de prensa debe resistir a los intereses y debe luchar por ese ideal tan difícil como hermoso: la objetividad”.
“Cuidadito, a mí no me van a callar”, había manifestado tras conocerse sobre su lujosa mansión en San Bernardino, departamento de Cordillera, que construyó tras asumir como titular del Poder Ejecutivo y a la cual llega en un helicóptero de la Fuerza Aérea.
Fábula de “La hormiga y la cigarra”
La fábula de “La cigarra y la hormiga” es una historia didáctica que enseña a valorar el esfuerzo y la constancia.
La cigarra se dedica a cantar y jugar durante el verano, mientras que la hormiga trabaja duro para recolectar alimento para el invierno.
Esta fábula se le atribuye a Esopo, pero también fue recreada por Jean de La Fontaine y Félix María Samaniego.