Por años, las mujeres han tenido que recorrer un largo y frustrante camino en busca de un diagnóstico certero para sus padecimientos. Muchas veces, estos problemas son minimizados, diagnosticados erróneamente o atribuidos a causas psicológicas.
La doctora Susan Contreras, ginecobstetra y especialista en piso pélvico y uroginecologia, habló sobre este problema y lo difícil que resulta para miles de mujeres encontrar un diagnóstico. “Las pacientes deambulan por varios médicos, buscando diagnóstico y llegan a pensar que tienen problemas psicológicos”, lamentó.
Relató que en muchas ocasiones se topan con médicos que, al no tener resultados con las primeras pruebas, deducen que no hay causa clínica para los dolores. En ese sentido, contó que tiene pacientes que durante años sufrieron dolores crónicos, por no saber que padecían algunas patologías poco comunes, pero cuyos síntomas son tratables.
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Algunas enfermedades que afectan a la mujer y cómo diagnosticarlas
La especialista señaló que se puede mencionar varios sindromes o enfermedades que son pocas veces diagnosticados o en muchas ocasiones reciben tratamientos erróneos. Estas son algunas de esas patologías:
- Endometriosis: la dificultad del diagnóstico
Es tan frecuente como la diabetes. Una de cada 10 mujeres padece esta afección. Ocurre cuando las células del revestimiento de útero crecen en otros órganos.
La paciente puede llegar a tardar entre 7 y 10 años hasta ser diagnosticada, reveló la doctora. Los síntomas de esta patología son: dolor menstrual intenso, dolor al orinar o tener relaciones sexuales, fatiga crónica e inflamación pélvica.
“El dolor menstrual incapacitante no es normal”, advierte la especialista. Según la misma, si el dolor interfiere con la vida diaria, el trabajo o las relaciones, es una señal de alarma.
El diagnóstico se realiza con interrogatorio, examen físico, ecografía y resonancia magnética. Sin embargo, la confirmación definitiva se logra mediante laparoscopia, un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo donde se pueden extraer muestras para biopsia.
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- Síndrome de vejiga dolorosa: un sufrimiento ignorado
El síndrome de vejiga dolorosa, también conocido como cistitis intersticial, es una afección crónica que provoca una necesidad urgente y frecuente de orinar. La doctora Contreras reveló que una paciente puede llegar a ir al baño incluso 50 veces al día y eso va acompañado de mucho dolor.
Esta situación afecta la vida de las mujeres, pues no pueden dormir de corrido y tampoco pueden trabajar por estar yendo al baño con tanta frecuencia.
Muchas pacientes se enfrentan a diagnósticos erróneos debido a que los exámenes de orina resultan negativos para infecciones. “Les dicen que no tienen nada, que es algo psicológico o que están inventando”, lamentó la doctora.
“Si le ves en vivo a la paciente... te dice que tiene intentos suicidas de tanto que le dicen que no tiene dolor, que está loca. Te dicen que ya no pueden más”, relató.
Este problema impacta gravemente la calidad de vida, causando aislamiento social y problemas emocionales. La cistoscopia y la biopsia pueden ayudar a confirmar el diagnóstico. Señaló que el examen físico es el primer caso, luego una resonancia puede ayudar a planificar la biopsia a las lesiones o “quistes de chocolate”, que es la única que puede confirmar este síndrome.
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- Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP): mitos y realidades
Para la doctora, el SOP es una condición que se sobrediagnostica, especialmente en adolescentes que aún no han establecido su ciclo menstrual. “Tener quistes en los ovarios no es lo mismo que tener SOP”, aclaró la especialista.
Contó que muchas veces esos quistes son tratables y pueden llegar a desaparecer. Por el contrario, el SOP se da cuando los ovarios o las glándulas producen más hormonas masculinas de lo normal, eso produce la aparición de los quistes y muchos otros síntomas.
Algunos de los síntomas del SOP son los ciclos irregulares, la falta de energía, el aumento del vello corporal, el acné, pérdida de cabello y obesidad. Las pacientes también pueden desarrollar diabetes o enfermedades cardiovasculares, además de la esterilidad.
La doctora resaltó que el tratamiento no se reduce a la pastilla anticonceptiva, que solo regula los ciclos, pero no soluciona el problema subyacente. Se debe buscar el origen del problema y tratarlo,
Además, un cambio en el estilo de vida, con dieta y ejercicio, puede mejorar la ovulación hasta en un 50%.
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- Menopausia y el tratamiento:
La menopausia, aunque no es una enfermedad sino una etapa natural de la mujer, también genera múltiples síntomas. La profesional resaltó que las mujeres que entran en esa etapa pueden sufrir sofocos, sudoración, dolor articular, insomnio y cambios de humor.
Solo en caso de presentar síntomas, las pacientes requieren de tratamientos. Destacó que todos esos problemas son “mejorables” con acompañamiento médico y la terapia hormonal es solo para las menores de 40 años.
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No minimizar el dolor
Muchas mujeres minimizan sus síntomas menstruales, creyendo que son normales. Sin embargo, menstruar más de siete días, cambiar la toallita cada hora, tener coágulos grandes o ciclos muy cortos (menos de 21 días) son señales de alarma.
“Si una mujer está perdiendo demasiada sangre, puede desarrollar anemia sin saberlo”, enfatizó la Dra. Contreras.

Una deuda histórica con las mujeres
Históricamente, el dolor de las mujeres ha sido relegado. “Siempre hubo una disparidad”, lamentó la profesional con respecto a las investigaciones hechas para tratar los problemas de salud que afectan a las mujeres.
Destacó que ahora que se cuenta con mejores diagnósticos y tratamientos, es crucial que las mujeres se empoderen y busquen ayuda profesional sin miedo.
“No debemos normalizar el dolor ni el sangrado anormal. Existen grupos de apoyo para endometriosis y SOP, y la medicina debe avanzar para dar respuestas reales a nuestras necesidades. La medicina tiene una deuda con nosotras y lo importante es buscar ayuda profesional”, concluyó la Dra. Contreras.