El fulano superó los niveles de medición del «ka’utest». (Foto: Ilustración/Central)
El fulano, por su manera de manejar, llamó al toque de una patrullera que estaba haciendo un trabajo de prevención. Fue por eso que lo siguieron y, ni bien abrió la boca, por poco no le derrite la cara al que tenía enfrente. Ahí ni dudaron luego en hacerle el “ka’utest”. Lo que pasó luego, sorprendió al rollo: ¡superó los valores de medición! Se puede decir “oficialmente” que “reventó” el aparatito.
El fulano, de 30 años, iba en plena madrugada como un rayo, pero sin luz. Cuando intentaron detenerlo, aceleró y se dio a la fuga. Los policías iniciaron el seguimiento hasta que finalmente lograron agarrarlo.
La documentación de la moto estaba en regla, pero por el tufo que tenía, le hicieron el “ka’utest”. Grande fue la sorpresa cuando el alcoholímetro, después que el fulano sopló, ¡no mostró números sino flechas apuntando para arriba!
Esto quiere decir que el nivel de alcohol en sangre superaba el límite de medición, o sea, que tenía más de 6,000 gramos de alcohol por litro de sangre. Pero, en lugar de tener un coma alcohólico, el tipo iba manejando como si nada en plena madrugada.
Finalmente, las autoridades de la provincia argentina de Neuquén, donde se dio el curioso hecho, secuestraron la moto y le retuvieron la licencia de conducir.
