Hay otra epidemia en África, una nueva enfermedad en el Congo. Según el último boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se detectó por primera vez el 21 de enero y en las últimas cinco semanas ha infectado a cientos de personas y matado a más de 50 en el noroeste del país. Esto es lo que sabemos hasta ahora.
La epidemia
Según las estimaciones de un informe de la OMS, el número de brotes de enfermedades transmitidas de animales a personas ha aumentado un 63% en África. Este último brote en la República Democrática del Congo, según se desprende de las investigaciones preliminares, comenzó el 21 de enero de 2025, con un primer brote en el pueblo de Boloko, donde tres niños murieron a los pocos días tras comer el cadáver de un murciélago y desarrollar después síntomas como fiebre, dolor de cabeza, diarrea, hemorragia nasal, hematemesis y otras hemorragias. A principios de febrero, las autoridades sanitarias también registraron un segundo conglomerado de casos y muertes por la enfermedad no identificada en el pueblo de Bomate. Hasta el 15 de febrero se habían notificado un total de 431 infecciones, 53 de ellas mortales.
La nueva enfermedad no identificada en el Congo
En la mayoría de los casos, el intervalo entre la aparición de los síntomas y la muerte fue de 48 horas y «esto es lo realmente preocupante», aclaró a AP Serge Ngalebato, director médico del hospital de Bikoro, centro regional de vigilancia. Estos síntomas de fiebre hemorrágica suelen estar relacionados con virus conocidos, como el Ébola y el Marburgo, pero los expertos han descartado estos patógenos tras analizar más de una docena de muestras recogidas hasta el momento. En concreto, las muestras de 18 casos se enviaron al Instituto Nacional de Investigación Biomédica de Kinshasa, la capital del Congo, y dieron negativo en las pruebas de las enfermedades más comunes relacionadas con la fiebre hemorrágica, aunque algunas dieron positivo por malaria. «La causa exacta sigue siendo desconocida, con el Ébola y el Marburgo ya descartados, lo que hace temer que se trate de un agente infeccioso o tóxico grave», escriben desde la OMS. «Se necesitan medidas urgentes para acelerar las investigaciones de laboratorio, mejorar la gestión de los casos y las capacidades de aislamiento y reforzar la vigilancia. La ubicación remota y la débil infraestructura sanitaria aumentan el riesgo de una mayor propagación, lo que requiere una acción inmediata para contener el brote.»
El último brote
A finales del año pasado, recordamos brevemente, otra misteriosa enfermedad similar a la gripe mató a unas 70 personas en otra región del Congo, en el suroeste del país. Como ya contamos, la mayoría de las muestras analizadas habían dado positivo por malaria y, según los expertos, la enfermedad aún no diagnosticada podría ser presumiblemente la suma de varias enfermedades. Más tarde se descubrió que se trataba de infecciones respiratorias, agravadas por el paludismo.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.
