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Personal del 9° Batallón de Bomberos Militares de Foz de Iguazú salvaron a una pequeña de un año y cuatro meses que llegó en brazos de sus desesperados padres. La niña había caído en la piscina de su casa y estuvo sumergida durante aproximadamente seis minutos antes de ser rescatada.
Por el tráfico vehicular que había en el momento, la Policía Militar dio apoyo a la familia para el traslado hasta el cuartel de Bomberos de Vila A, donde los rescatistas de guardia actuaron de inmediato para iniciar maniobras de reanimación.
El procedimiento de salvamento se convirtió en una crítica misión de vida. Bomberos, policías y profesionales del Servicio de Atención Móvil de Urgencias trabajaron en conjunto para lograr la recuperación de la menor. A medida que avanzaba la intervención, otros bomberos llegaron al lugar y asumieron turnos en la ejecución de masajes cardíacos, dado que el proceso es especialmente delicado en una niña tan pequeña.
Además, se activó la Unidad de Intervención Rápida (VIR) del SAMU, que contó con la presencia de una médica para asistir en la emergencia. El proceso de reanimación se extendió por aproximadamente 40 minutos, hasta que los signos vitales de la niña permitieron su traslado al hospital.
El bebé fue llevado al Hospital Municipal, acompañado por un médico y escoltado por tres unidades del Cuerpo de Bomberos. Según el último informe, la niña se encuentra estable y debía ser derivada al Hospital Costa Cavalcanti/Itamed para una atención más especializada.
En total, unos 20 bomberos participaron en la operación, alternándose en las maniobras de reanimación, asegurando la zona y organizando el traslado. El esfuerzo colectivo de los equipos movilizó a gran parte de la unidad.
Cuando la ambulancia partió hacia el hospital, la emoción se hizo evidente entre los rescatistas. La satisfacción de haber cumplido con su misión fue evidente.