¿Más flores para San Valentín? La NASA opta por algo más original para los enamorados. Este año nos regala una imagen de un espectacular cúmulo de estrellas: la formación estelar 30 Doradus o NGC 2070, mejor conocida como Nebulosa de la Tarántula.
NGC 2070 se encuentra a 160,000 años luz de la Tierra, en la galaxia llamada Gran Nube de Magallanes. Los científicos suelen fotografiarla con la esperanza de comprender mejor cómo se forman las estrellas, pues aquí nacen cuerpos estelares desde hace 25 millones de años y es uno de los viveros más brillantes y poblados cercanos a nosotros. En su corazón, se avistan las estrellas más masivas, todas ellas jóvenes: solo tienen 1 o 2 millones de años, mientras que nuestro Sol tiene unos 5,000 millones de años.
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La fotografía compartida por la NASA compila la información de distintos telescopios: el Telescopio Espacial Hubble, el Telescopio Spitzer, el Atacama Large Millimeter, y el Observatorio de Rayos X Chandra.
Un ramo de estrellas es mejor que uno de rosas
Lo que parece ser un hermoso rayo cósmico de San Valentín es una imagen compuesta de datos recogidos por varios observatorios e instrumentos. La zona en tonalidad azul y verde fue obtenida por el telescopio Chandra; el cual tuvo que observar el perímetro por 23 días y captó 3,615 fuentes de rayos X. Por su parte, el telescopio Hubble obtuvo los datos correspondientes a la zona amarilla; el radio del Atacama Large Millimeter compiló lo que observamos en naranja. Finalmente, lo que aparece en rosa o púrpura son los gases calientes de rayos X, modelados en forma de ramo de flores por los poderosos vientos generados por las explosiones cósmicas.
Futuras coberturas
El conjunto de datos compilado por los instrumentos servirá en un futuro para mejores referencias cósmicas, y para el estudio de las emisiones de rayos X en regiones de formación estelar. «El largo tiempo de observación permite a los astrónomos buscar cambios en las estrellas masivas de 30 Dor. Muchas de estas estrellas son miembros de sistemas estelares dobles y sus movimientos pueden ser rastreados por los cambios en la luminosidad de rayos X», reza el comunicado de la NASA.
En un futuro, los astrónomos podrán estudiar el comportamiento de estrellas en sistemas binarios, observar la evolución de los cuerpos estelares y comprender mejor su nacimiento. Mientras tanto, disfrutemos de este regalo de San Valentín, cortesía de la NASA.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.