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En la búsqueda del universo oscuro, encuentran un lente gravitacional perfecto o anillo de Einstein

PYN
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El telescopio espacial Euclid, especialmente diseñado para explorar el “universo oscuro,” acaba de generar una de sus primeras imágenes importantes. Una galaxia situada a 590 millones de años luz de la Tierra está “rodeada” por un halo de luz con cuatro puntos brillantes. Esta estructura, conocida como anillo de Einstein, es uno de los muchos fenómenos cósmicos que confirman la Teoría de la Relatividad propuesta por el reconocido físico.

La luz en el centro de la imagen compartida por la Agencia Espacial Europea (ESA) corresponde a la galaxia NGC 6505. Cada punto a su alrededor es en realidad la luz proyectada de una galaxia más lejana, ubicada a 4,420 millones de años luz de distancia. No son cuatro entidades separadas, sino una sola distorsionada debido al comportamiento de la luz al cruzarse con estructuras masivas de materia.

La última foto del Euclid a la galaxia NGC 6505.

ESA

La Teoría de la Relatividad General predice que la luz se curva alrededor de objetos en el espacio. Los rayos de una galaxia lejana no atraviesan en línea recta una estructura masiva; en su lugar, la “rodean” debido a la gravedad del objeto, amplificando su brillo como un lente natural. Gracias a este comportamiento físico, los científicos pueden visualizar objetos lejanos que de otra manera no serían evidentes.


Mothra, el sistema binario, se encuentra a 10 mil millones de años luz de la Tierra.

Mothra es un objeto kaijú, estrellas que son magnificadas miles de veces y que parecen universos debido a las lentes gravitacionales.


Las lentes gravitacionales, compuestas de un punto blanco (la galaxia masiva o cúmulo de galaxias que curva los rayos) junto a trazos de luz, son relativamente comunes. Sin embargo, encontrar anillos de Einstein como el que captó el telescopio Euclid es considerado un logro técnico y también un poco de “suerte”. Para que se vea la característica cruz o anillo, la alineación de las galaxias debe ser precisa.

Este anillo en la galaxia NGC 6505 no se había observado anteriormente, a pesar de que fue descubierta en 1884. Desde entonces, ha sido revisada por cada telescopio potente disponible para los astrónomos. El Euclid de última generación tiene menos de un año de operaciones y solo a través de él fue posible encontrar una nueva galaxia. Sus imágenes permitirán conocer y nombrar a esa estructura a 4,420 millones de años luz de distancia.

“Esto demuestra lo poderoso que es Euclid, encontrando cosas nuevas incluso en lugares que creíamos conocer bien. Este descubrimiento es muy alentador para el futuro de la misión Euclid y demuestra sus fantásticas capacidades,” comentó Valeria Pettorino, científica del proyecto de la Agencia Espacial Europea.

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