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¿En dónde está el agua en la Luna? Este estudio acaba de reducir la zona de búsqueda

PYN
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Investigadores de la Universidad de California han encontrado en rocas lunares información vital sobre el origen del agua en el satélite. Con su hallazgo, el equipo espera reducir el área de búsqueda de reservas del recurso para las futuras colonias espaciales en la Luna y Marte.

Los científicos han confirmado la existencia de agua en la Luna desde hace casi tres décadas. El elemento se encuentra sobre la superficie, congelado en cráteres y también encapsulado en minerales, según los estudios más recientes. Sin embargo, la ubicación exacta de estos “pozos de agua” para aprovechamiento humano sigue siendo una de las principales incógnitas a resolver.

Para encontrar la ubicación del agua en el satélite, es necesario saber cómo llegó allí. Actualmente, se consideran tres posibilidades: las moléculas del recurso ya estaban presentes desde la formación de la Luna (aproximación autóctona), el agua fue creada a partir del hidrógeno que llegó por el viento solar, o es producto de las colisiones de meteoritos del pasado. Cada hipótesis tiene diferentes implicaciones para la probable distribución del recurso actual.


Ilustración de un centro de investigación lunar futurista.

Científicos chinos han descubierto que al fundir regolito lunar es posible producir agua potable.


Los estudiosos de la Luna también se enfrentan el gran reto de la ausencia de muestras. Las únicas rocas lunares disponibles para estudiar en laboratorios provienen de las misiones Apolo, que regresaron hace 50 años. Actualmente, para investigar el origen del agua en el satélite, los investigadores deben arreglárselas con diminutas muestras de regolito.

A pesar de estos desafíos, los científicos de la UC San Diego diseñaron una técnica para extraer agua de muestras ultrapequeñas de rocas lunares. Para ello, calentaron el material hasta los 1,000 °C. En sus propias palabras, las muestras “estaban más mojadas de lo que se pudiera imaginar”. Su método, además, permitió separar el oxígeno impregnado con miles de millones de años de historia y, a partir de ahí, aportar evidencia sobre el origen del agua en la Luna.

Del regolito lunar, consiguieron tres isótopos de oxígeno que revelaron cómo y cuándo llegaron a la superficie. Sus datos mostraron que la mayor parte del agua lunar probablemente se explica por la aproximación autóctona y el impacto de meteoritos ricos en moléculas del recurso. La idea de que el agua proviene del viento solar ha perdido fuerza frente a las demás.

“Estamos utilizando técnicas avanzadas para respaldar las ideas de sentido común sobre el agua lunar. Gran parte de ella ha estado allí desde el principio y se agregó más con impactos de cometas helados. Este tipo de trabajo no se ha hecho antes y creemos que puede proporcionar a la NASA algunas pistas valiosas sobre dónde se encuentra el agua”, dijo Maxwell Thiemens, autor principal del estudio.



En el pasado, las primeras civilizaciones se establecieron cerca de ríos y lagos. En el futuro espacial, se seguirá la misma lógica. La localización de repositorios de agua es esencial. Con su avance, los investigadores esperan que las futuras colonias espaciales lunares se establezcan en sitios con cráteres, en lugar de dirigirse a regiones donde llega más viento solar.

“Nuestros datos respaldan una fuente primaria de agua autóctona para la Luna. Esta fuente dominante de enstatita puede haber sido un reservorio inicial del impacto Tierra-Luna o una consecuencia de los materiales entregados en las primeras etapas de crecimiento de la Luna”, concluye el artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Science.

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