Cel BioPrint tiene un uso muy sencillo: la cinta especial se aplica en las mejillas, se despega y se introduce en el líquido suministrado. A continuación la muestra se coloca en un cartucho y se mete al aparato. Luego se analizarán los resultados tomando una fotografía del rostro y rellenando un breve cuestionario. En un par de minutos, se desplegará un análisis que incluyen la edad biológica de la piel, a la par de consejos para retrasar los signos de envejecimiento. Además, Cell BioPrint predice la reacción de ciertos ingredientes como el retinol; por último, sugiere pasos para pasar de un cuidado reactivo a uno proactivo.
El cuidado de la piel «a prueba y error»
De acuerdo con un informe de AITEX, el centro de referencia en innovación, investigación y desarrollo tecnológico en España y Europa, los europeos utilizan de media siete productos cosméticos y de cuidado personal diariamente, y casi trece a la semana. La cifra no solo remarca el gran poder de la industria de belleza, el cual se prevé que alcance los 125,000 millones de dólares a nivel mundial, sino también el interés de los individuos que buscan continuamente más información y productos eficaces para su piel. Según una encuesta citada por L’Oréal Groupe en su comunicado y practicada a 2,000 usuarios de EE UU, casi el 80% afirmó haber recurrido al método de «prueba y error» para determinar lo que les funcionaba, y una persona declaró haber probado siete limpiadores diferentes antes de encontrar uno que le favoreciera.
«El compromiso de L’Oréal Groupe es satisfacer las aspiraciones de belleza de los consumidores de todo el mundo. Ofrecemos a todas y cada una de las personas lo mejor en términos de calidad, eficacia, seguridad, sinceridad y responsabilidad, al tiempo que celebramos la belleza en su infinita pluralidad», recita el comunicado. Está previsto que Cell BioPrint se introduzca a modo de prueba en Asia en la segunda mitad de 2025, aún no hay fechas establecidas para otras partes del mundo.
Artículo originalmente publicado en WIRED Japón. Adaptado por Alondra Flores.