El telescopio espacial Euclid de la Agencia Espacial Europea (ESA) lleva casi siete meses en funcionamiento. Ya ha logrado 10 descubrimientos y capturado imágenes inéditas del universo. Para celebrar su exitoso recorrido, los investigadores responsables de la misión han compartido cinco fotografías nunca vistas del espacio exterior, obtenidas gracias a los espejos ultrasensibles de este instrumento.
El telescopio Euclid fue diseñado con la tecnología óptica más avanzada disponible porque su objetivo es estudiar la estructura a gran escala del cosmos. Con un nuevo y preciso mapa estelar del universo observable, los científicos esperan profundizar en el misterio de la energía y la materia oscuras. El primer concepto se refiere a una sustancia teórica, aún indetectable, que añade masa a los cuerpos celestes y favorece la formación de cúmulos y supercúmulos. El segundo es una forma de energía implicada en la expansión del propio universo.
La ESA ha publicado cinco fotografías de diferentes cuerpos celestes en regiones muy distintas del espacio. Tanto las imágenes como los datos que han permitido la creación de 10 artículos científicos (se publicarán próximamente) corresponden a tan solo 24 horas de observación continua del espacio. La vida útil del telescopio está prevista para un mínimo de seis años.
Para el equipo responsable de la operación de Euclid, esta primera información oficial es solo un anticipo del gran potencial del instrumento. “El telescopio espacial pretende abordar las cuestiones más importantes sin resolver en cosmología. Estas primeras observaciones demuestran claramente que Euclid está más que a la altura de la tarea”, afirmó Valeria Pettorino, científica de la ESA.
Abell 2390
Abell 2390 es un cúmulo de aproximadamente 50,000 galaxias. Cada punto visible en la imagen tiene un tamaño similar al de la Vía Láctea, con un diámetro estimado de 100,000 años luz. Según la Agencia Espacial Europea (ESA), este tipo de cúmulos contiene enormes cantidades de masa (10 billones de veces la del Sol), principalmente en forma de materia oscura. Estudiar en detalle el comportamiento de los cúmulos galácticos permite analizar directamente las grandes concentraciones de materia oscura en el universo.
Messier 78
Messier 78 es una región del espacio donde activamente nacen estrellas. Esta es la primera vez en la historia que se logra fotografiar ese cuadrante del espacio con tanta resolución y con tal profundidad. Los instrumentos infrarrojos de Euclid han permitido encontrar 300,000 objetos que estaban ocultos en esa nube de polvo estelar extremadamente densa. La observación de formación de astros y la expulsión de sus zonas de creación también forman parte del estudio de la materia oscura.
NGC 6744
Los astrónomos piensan que la forma de las galaxias está estrechamente relacionada con la presencia de energía oscura. Observar en detalle las más comunes (en forma de espiral) es una forma de acercarse a su naturaleza. En esta foto se muestra en alta resolución a NGC 6744, una galaxia a 30 millones de años luz de distancia. La agencia espacial adelanta que gracias a Euclid se localizó una galaxia enana alrededor de este objeto, similar a como la Gran Nube de Magallanes rodea la Vía Láctea.
Abell 2764
Abell 2764 es otro cúmulo de galaxias que pudo observar el telescopio Euclid. LA imagen tiene como propósito mostrar la potencia del campo visual del instrumento de la ESA. El agrupamiento de galaxias se encuentra en la parte superior derecha, pero también se pueden observar con gran detalle otros objetos que se interponen en la vista. Con dichos análisis, los científicos pueden calcular el radio de los cúmulos y conocer su interacción con otras estructuras cósmicas.
El grupo Dorado
El Dorado es un cúmulo de galaxias que solo es visible desde el hemisferio sur de la Tierra. Se encuentra a 62 millones de años luz de distancia. Se trata de grupos de galaxias muy jóvenes que se encuentran en proceso de fusión. Las “colas” que se vislumbran en los objetos más luminosos son una clase de mareas estelares producto de la interacción gravitacional entre ambas estructuras. Aquí Euclid permitió estudiar toda la región en su conjunto, sin recurrir a observaciones individuales usando diferentes telescopios.