La historia de “Bridget Jones: Loca por él” es una oda a la esperanza y una resistencia contra el etarismo. Con esta entrega, nos demuestra que cada etapa de la vida tiene su propia belleza y que siempre es posible empezar de nuevo. También nos recuerda que el amor no es un concepto único y cerrado, sino que adopta muchas formas: amor a la familia, a los amigos, al trabajo y, sobre todo, amor propio.
Renée Zellweger regresa a la gran pantalla encarnando, una vez más, a la inolvidable Bridget Jones, esa mujer caótica y entrañable cuya búsqueda del amor –y de un “peso ideal” dentro de los cánones hegemónicos– la convirtió en protagonista de una de las comedias románticas más icónicas del cine. En esta nueva entrega, Bridget enfrenta un capítulo inesperado y desgarrador de su vida: la pérdida de su esposo y eterno amor, Mark Darcy (Colin Firth), que la deja viuda y madre de dos hijos.
El relato, aunque anclado en la esencia ligera y desfachatada de la franquicia, toma un giro más introspectivo. Bridget, ahora en plena madurez, enfrenta la sensación de que las segundas oportunidades son un privilegio de la juventud, mientras carga con el temor de que su corazón no pueda soportar más pérdidas. Pero esta Bridget no es la misma de sus años veinte o treinta. Aprendió que la vida, por más impredecible y cruel que sea, siempre ofrece nuevas posibilidades.
El filme equilibra la melancolía con el humor que definió la saga. Bridget sigue siendo torpe, encantadora y propensa al desastre, pero sus dilemas son más profundos: ¿Es posible volver a enamorarse después de una gran pérdida? ¿Se puede reconstruir sin traicionar la memoria del amor que se ha ido? La respuesta que nos ofrece la película es más amplia que el mero romance. Bridget encuentra nuevas formas de amor en sus hijos, en la inquebrantable red de amigos que la acompaña, en su trabajo y, sobre todo, en sí misma.
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Zellweger demuestra, una vez más, por qué este personaje es uno de los más queridos del cine contemporáneo. Su interpretación es conmovedora y auténtica, aunque en ciertos momentos parece un tanto distante. Su química con Leo Woodall destila frescura y sensualidad, mientras que su relación con Chiwetel Ejiofor se mueve en un registro más sereno y reflexivo. La ausencia de Colin Firth se siente, pero su legado es innegable en cada decisión de Bridget: una mujer que conoció el amor verdadero, que lo perdió, pero que entiende que aún merece volver a sentir.
El regreso de Hugh Grant como Daniel Cleaver es un auténtico placer. Su carisma intacto recuerda por qué su personaje sigue siendo un pilar fundamental en la saga, aunque esta vez su rol adquiere una dimensión más significativa. Su relación con Bridget ha evolucionado: ya no es el seductor irresponsable, sino un amigo leal, en una dinámica que demuestra que el amor, cuando es genuino, puede transformarse sin desaparecer. Emma Thompson, en una breve pero brillante intervención, aporta su característico humor afilado y preciso.
A diferencia de las entregas anteriores, donde el romance era el eje central, aquí el corazón de la historia es la resiliencia. “Bridget Jones: Loca por él” no es una comedia de risas constantes, pero sí un relato cálido y esperanzador que deja una sonrisa en el rostro y un mensaje poderoso: la vida no se detiene con una pérdida y el amor adopta múltiples formas a lo largo del tiempo.
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Ficha técnica: “Bridget Jones: Loca por él”
- Título original: Bridget Jones: Mad About the Boy
- Género: Comedia romántica, drama
- Duración: 124 minutos
- Año de producción: 2024
- Director: Michael Morris
- Guión: Helen Fielding, Abi Morgan, Dan Mazer
- Música: Dustin O’Halloran
- Fotografía: Suzie Lavelle
- Reparto: Renée Zellweger, Leo Woodall, Hugh Grant, Emma Thompson, Chiwetel Ejiofor, Isla Fisher, Celia Imrie, James Callis, Jim Broadbent