La ciencia está cada vez más cerca de comprender el idioma de los cetáceos. Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado un alfabeto de sonidos que utilizan los cachalotes para comunicarse entre ellos. La decodificación de estas señales se logró con la ayuda de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático, según señala un artículo publicado en Nature Communications.
Los cachalotes y las ballenas son cetáceos considerados entre los más inteligentes del reino animal, junto con primates, pulpos, cuervos y elefantes. Las investigaciones realizadas en poblaciones de Physeter macrocephalus han revelado que son mamíferos altamente sociales que se comunican entre sí mediante vocalizaciones o chasquidos secuenciales conocidos como “codas”.
Estas codas son tan complejas que sus propiedades físicas revelan características específicas del cachalote que las produce. Además, han demostrado ser altamente efectivas, ya que las poblaciones de cetáceos se mueven coordinadamente a través de los océanos. Aunque el sistema de comunicación está presente, aún no se tiene certeza sobre sus aspectos fundamentales.
En México, desde hace 20 años, la Red Nacional de Asistencia a Ballenas Enmalladas (RABEN) rescata cetáceos atrapados en redes de pesca. Ayudar a un animal asustado de 50 toneladas supone mucho cuidado y días de trabajo.
Codas y abecedarios
Los científicos del MIT recopilaron registros de 9,000 codas junto con observaciones visuales de los comportamientos que precedieron o sucedieron a las vocalizaciones y sometieron esta información a un análisis con IA. El Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT (CSAIL) utilizó estos datos para crear un “alfabeto fonético del cachalote”.
Para desarrollar este alfabeto, la IA consideró propiedades acústicas de las codas que siempre están presentes, independientemente de su significado, como el ritmo, el tempo rubato y la ornamentación. Posteriormente, agruparon aquellas que sonaban de manera similar para crear un sistema de vocalizaciones que puede combinarse según el contexto en el que se encuentre el cachalote.
En una analogía humana, los investigadores han proporcionado un abecedario que puede utilizarse de manera compleja según las necesidades de cada población de cetáceos. Las investigaciones futuras deberán avanzar para acercarse a algo similar a un “diccionario” del sistema de comunicación de los Physeter macrocephalus.