La ONU publicó su informe sobre seguridad alimentaria mundial, donde describe la falta de acceso confiable a alimentos suficientes y nutritivos en el país gobernado por el régimen de Maduro últimas décadas, el hambre aumentó en el país, afectando actualmente a más de 5 millones de personas.
En Venezuela, al menos cinco millones de personas sufren hambre, de acuerdo con el Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición para América Latina y el Caribe, informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en colaboración con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (WFP).
Según el informe, el hambre afectó al 17,6% de la población venezolana estimada entre los años 2021-2023. Este documento analiza el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en la región, destacando los desafíos críticos que enfrenta el país.
“La sensación física incómoda o de dolor, causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria” es como el informe define el hambre, utilizado como sinónimo de subalimentación. Este retroceso refleja el impacto de una crisis económica prolongada y otros factores que han profundizado la inseguridad alimentaria en el país.
El documento señala que, además del hambre, Venezuela enfrenta una elevada inseguridad alimentaria. El 20% de la población experimentó inseguridad alimentaria severa, mientras que otro 5% vivió inseguridad moderada, según el informe. Esto significa que millones de personas no cuentan con acceso confiable a alimentos suficientes, seguros y nutritivos.
La crisis económica y la inflación han exacerbado esta situación, limitando la capacidad de los hogares para adquirir alimentos, incluso básicos. El informe resalta que los grupos más vulnerables, incluidas las comunidades rurales y las mujeres, son los más afectados, lo que evidencia desigualdades estructurales en el acceso a recursos.
Uno de los retos más significativos para la población venezolana es el acceso a dietas saludables, indispensables para combatir el hambre y la malnutrición. El informe subraya que los elevados precios de los alimentos en el país hacen que muchas familias recurran a opciones más económicas, pero menos nutritivas.
La falta de acceso a alimentos saludables afecta aún más a los niños, comprometiendo su crecimiento y salud integral desde edades tempranas.
El informe destaca un dato preocupante: en 2022, el 10,5% de los niños menores de cinco años en Venezuela presentaban retraso en el crecimiento (stunting), una condición causada por deficiencias nutricionales crónicas. Esto refleja el impacto directo de la inseguridad alimentaria en las generaciones más jóvenes, lo que podría comprometer su desarrollo físico y cognitivo a largo plazo.
Además, las brechas de género agravan el problema. Las mujeres, especialmente en las comunidades rurales, suelen ser las más afectadas por la inseguridad alimentaria, lo que repercute negativamente en la salud y el bienestar de sus familias.
Fuentes: Agencias.