Vapuleado en la Supercopa de España, el Real Madrid afronta la Copa recibiendo al Celta en los octavos de final. Llega herido en el orgullo con la obligación de pasar página y eliminatoria ante un Bernabéu que examinará a Ancelotti y sus jugadores tras la humillación ante el Barça. Malas sensaciones con su equipo, que vive montado en una montaña rusa de la que se cae cada vez que se cruza con un grande. El Celta no les, pero los vigueses no tienen nada que perder y quieren aprovechar las dudas merengues para repetir la hazaña de 2017, cuando ganaba en el coliseo blanco 1-2 pasando tras empatar a dos en Balaídos.
Ancelotti tiene trabajo. El primero, elevar el ánimo de un equipo al que atornillaron las tuercas hasta vivir una pesadilla en Yeda. El italiano tendrá que dar descansos porque el horizonte de compromisos no tiene fin y algunos jugadores pagaron el ‘exceso de uso’. Bellingham acabó demacrado y Valverde parece un robot que no necesita cuerda pero que cada vez ralentiza más sus prestaciones. Mbappé, por su parte, es duda al arrastrar un fuerte golpe en el tobillo “pero hay que aprovechar su buen momento”, dice el italiano.
Aspas y las rotaciones
Giráldez tiene también una asignatura pendiente lejos de Balaídos, aunque solo en Liga. Ha perdido seis de los ocho partidos viajeros con un empate y una victoria, pero en la Copa se ha mostrado firme con tres victorias a domicilio ante el San Pedro (1-5) el Salamanca UDS (0-7) y el Racing (2-3). Toca el Bernabéu, palabras mayores pero no imposibles ante un rival deprimido al que tiene que inquietar para no alejarlo de sus propios fantasmas, aunque saben que un Madrid herido es peligroso. La baja de Iago Aspas le deja sin su líder en ataque, aunque recupera a Marcos para poner su mejor once.
En el Madrid Lunin sustituye a Courtois, que descansará en la grada. Es en la zaga es donde Ancelotti se mueve como en una pista de patinaje, una línea resbaladiza. Hará cambios pero apostar es una lotería. Bellingham, Valverde y Rodrygo apuntan al banquillo con Modric, Ceballos y Brahim como relevos. La duda es Tchouameni o Camavinga. Mbappé es la duda para acompañar a Vinicius.