No está siendo el inicio típico ni esperado para Novak Djokovic en busca de su undécimo título del Open de Australia. El serbio volvió a pasar momentos de apuro para superar al joven portugués Jaime Faria en la segunda ronda del torneo (6-1, 6-7, 6-3 y 6-2).
Tres horas de partido cediendo nuevamente un set, como ya pasara en primera ronda ante Basavareddy.
Era un partido especial para el serbio, que se convirtió en el tenista con más partidos en torneos de Grand Slam, superando con 430 a Roger Federer, y pese a que las sensaciones iniciales parecían ser buenas con un cómodo 6-1 en el primer set, su expresión facial y sus gestos no parecían ir en el mismo sentido.
Se quejaba constantemente mirando a su ilustre banquillo en el que desde este mismo torneo hay sentado Andy Murray, que tampoco parecía entender de donde venían las quejas, hasta que se fue sucediendo el segundo set, en el que Faria empezó a soltar el brazo.
Elevó y mucho el nivel el portugués que consiguió llevar el desenlace al ‘tie break’ donde terminó por superar al serbio, para su desesperación. Partido igualado y nuevo sufrido capítulo para ‘Nole‘, que eso sí, demostró una vez más que hay que tener mucho más que talento para dejarlo en el camino en un torneo de Grand Slam.
La lluvia obligó a parar el encuentro unos minutos mientras se cubría el techo de la Rod Laver Arena y tras la reanudación, la historia cambió por completo. Djokovic impuso su ley ante un Faria que acusó el desgaste de jugar a cinco sets.
6-3 sin mayores problemas para volver a tomar la iniciativa, que tampoco dejaría en el cuarto y definitivo set, que cerró esta vez por 6-2.
OBLIGADO A MEJORAR
Seis horas acumula ya en pista en solo dos partidos el serbio que sigue dejando dudas en su camino, que topara ahora con un rival de mayor entidad. El checo Tomas Machac será el rival en tercera ronda, tras superar al bombardero Reilly Opelka en un duro partido a cinco sets.
Necesita mejorar y despejar las dudas el 24 veces campeón de Grand Slam si no quiere seguir tentando la suerte antes de llegar a unos hipotéticos cuartos de final, en los que se podría ver las caras con Carlos Alcaraz.