El mero es una de las especies más emblemáticas del Mediterráneo español, tanto por sus importantes funciones ecológicas como, también, por su indudable atractivo gastronómico. Su sobreexplotación pesquera es una de sus principales amenazas, pero ahora las alarmas han saltado entre la comunidad científica, pues un virus está diezmando sus poblaciones en las islas Columbretes.
El Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS) del CSIC ha publicado un estudio en la revista Mediterranean Marine Science que identifica la causa de la muerte de gran cantidad de meros en la reserva marina de las Islas Columbretes (Castellón) durante el verano y el otoño de 2023. Después de realizar los análisis genéticos correspondientes, los científicos identificaron un género de virus conocido como Betanodavirus, que infecta a algunos peces y causa en ellos necrosis nerviosa, como el responsable de la elevada mortandad de esta especie.
Fue en verano y otoño de 2023 cuando se detectó una gran cantidad de meros muertos flotando en las aguas de la reserva marina de las Islas Columbretes. Esta especie (Epinephelus marginatus) es muy vulnerable a la pesca y es cada vez más escasa en las costas del Mediterráneo a causa de la sobreexplotación pesquera. Reservas marinas como la de Columbretes son una de las principales herramientas para su conservación, ya que su pesca allí está prohibida, ha informado el CSIC en un comunicado.
Al detectar esta mortandad, el grupo de investigación del IATS-CSIC liderado por Diego Kersting tomó muestras de algunos individuos afectados, que fueron posteriormente analizadas genéticamente para poder identificar la causa de la enfermedad.
La población de meros es cada vez más escasa en las costas del Mediterráneo a causa de la sobreexplotación pesquera
“Los análisis mostraron que se trata de un Betanodavirus, un género de virus de ARN que infecta a algunos peces y que causa en ellos necrosis nerviosa, cosa que concuerda con los síntomas que presentaban los meros enfermos: desorientación, problemas para nadar y pérdida de control de la vejiga natatoria”, explica el investigador del CSIC.
Si bien los Betanodavirus afectan normalmente a peces criados en instalaciones acuícolas, también pueden afectar también a poblaciones salvajes. “Aunque los resultados obtenidos no permiten determinar el origen del virus, ya que hay muchas otras especies que pueden transmitirlo, esta mortandad muestra que zonas aisladas de costa, como estas islas, también pueden verse afectadas por estos eventos”, asegura Kersting.
Mortandad de hasta el 90% en algunas zonas
El estudio, en el que han participado investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y contó con la colaboración de los guardas de la reserva marina, concluye que este tipo de enfermedades pueden tener graves consecuencias en las poblaciones de estos peces, ya de por sí altamente vulnerables. En este sentido, los censos de peces realizados antes y después de la mortandad muestran una importante caída en la densidad de meros, que podría alcanzar hasta un 90 % en algunas zonas.
“El trabajo destaca la gran importancia que tiene el seguimiento continuo y a largo plazo de organismos marinos vulnerables en zonas como las Islas Columbretes, que permite la detección temprana de este tipo de eventos”, asegura Kersting.
De hecho, la reserva marina de las Islas Columbretes está considerada como zona centinela del cambio global marino. “En ella desarrollamos estudios relacionados con el impacto del calentamiento, de las especies invasoras y de ciertas enfermedades desde hace más de dos décadas”, recuerda el investigador del CSIC.
Estudio de referencia: https://ejournals.epublishing.ekt.gr/index.php/hcmr-med-mar-sc/article/view/38147
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