Varias fueron las críticas de personas al observar imágenes que circularon en redes sociales donde se observa a los adolescentes recluidos en el Centro Educativo de Ciudad del Este, dependiente del Ministerio de Justicia manipulando cuchillas para faena, además de no contar con el lugar apropiado y aprobado en las legislaciones ambientales de nuestro país.
Informaciones que llagaron a nuestro medio manifiestan que, a través de una donación de la Granja San Bernardo de la Ciudad de Naranjal, dedicada al cría y venta porcina, el Centro Educativo fue beneficiada con los animales e insumos para un programa educativo que deberían realizar los adolescentes, nada se sabe del avance de este emprendimiento.
Los centros educativos para adolescentes infractores deben garantizar un entorno seguro. Esto implica que el manejo de objetos cortantes, como cuchillas, debe ser regulado estrictamente para evitar accidentes o situaciones de riesgo tanto para los adolescentes como para el personal.
Esto sugiere que el enfoque está en la rehabilitación y no en el castigo o trabajos no estipuladas en la Ley. Actualmente la Dirección de dicho Centro está a cargo del funcionario Juan Carlos Orrego quien tendría un fuerte respaldo de la Directora General del Servicio Nacional de Atención a Adolescentes Infractores del Ministerio de Justicia.