Jannik Sinner se convirtió en el primer ganador del Six Kings Slam tras imponerse a un Carlos Alcaraz que fue de más a menos en el partido y acabó entregando la corona al italiano (6-7, 6-3, 6-3).
Los contendientes, pese a tratarse de un torneo de exhibición, ofrecieron un alto nivel de juego y una tensión digna de una final en el circuito, dibujando así un nuevo capítulo del que va camino de ser el nuevo clásico del tenis.
Alcaraz empezó dubitativo, pero punto a punto fue imprimiendo fuerza a sus golpes, asegurando su turno de servicio y sumando los dos primeros puntos al resto. Hasta que Sinner frenó de golpe la progresión consiguiendo romper el saque en el siguiente turno y asegurando con su saque (4-1). No le duró demasiado la ventaja al de San Cándido y a las primeras de cambio Alcaraz le devolvió el quiebre. La batalla estaba servida y ganar cada punto iba a ser todo un reto, llevando incluso a superar los siete minutos en uno de los juegos.
Así la primera manga se acabó decidiendo en el tie-break donde el murciano tomó la iniciativa obligando a Sinner a defenderse con saques directos y jugadas más cortas. El italiano acabó desesperándose y enfadado al fallar su enésima derecha y entregando así el set a su rival.
Cambio de guion
Con el empuje de esa primera victoria Alcaraz inició con fuerza el segundo set, con Sinner algo errático, fallando golpes y apoyándose en su primer servicio para progresar. Pero nunca hay que darlo por muerto y cuando mejor estaba el murciano se encontró con una rotura en contra, ya en el tercer juego. También le puso en problemas en el cuarto, donde el pupilo de Juan Carlos Ferrero tuvo que remontar varias bolas de break. Otra pequeña batalla ganada que se completó con una rotura sobre el servicio del italiano para devolver la igualdad al luminoso (3-3).
Alcaraz, en el duelo contra Sinner / EFE
El de San Cándido estaba ya contra las cuerdas y solo pudo aplaudir a su rival cuando volvió a conseguir el quiebre en el siguiente turno, tomando así de nuevo la iniciativa en el partido. No le duró demasiado la ventaja, porque el italiano hizo gala de su habitual consistencia para anotarse los tres siguientes juegos y forzar el tercer set.
El guion del tercer set arrancó con el italiano crecido, fuerte con su saque, y el murciano en horas bajas, sufriendo para mantener sus turnos de servicio, hasta que entregó uno en el peor momento, y con una doble falta, para dejar a Sinner con 5-3 y servicio. Ahí no falló el italiano que no tuvo más que mantener la dinámica para subirse al trono del ganador.