Asunción, Agencia IP.- El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, instó a los directores de centros penitenciarios del país a cuidar la seguridad de las penitenciarías y el bienestar de las personas privadas de libertad, así como la administración correcta de los bienes e insumos.
Fue durante reunión que mantuvo con todos los directores para ponerles al tanto de la situación administrativa y los desafíos que se tienen hasta fin de año y de la gestión en general.
El secretario de Estado hizo un llamado a a cuidar la seguridad de las penitenciarías, la disciplina en la población penal, la alimentación, el bienestar de las personas privadas de libertad y la administración correcta de los bienes e insumos.
Acerca de los desafíos
El Ministerio de Justicia enfrenta varios desafíos respecto a su nuevo modelo de gestión penitenciaria como; la sobrepoblación y condiciones carcelarias con escaso presupuesto, lo que dificulta la aplicación efectiva de nuevos paradigmas. Esta sobrepoblación crea condiciones que favorecen la violencia interna y la corrupción.
Otro reto fundamental es el control de los clanes criminales y del crimen organizado dentro de las cárceles. Frenar la influencia de estos grupos dentro de los centros penitenciarios es una de las luchas más difíciles, informó el Ministerio de Justicia.
La corrupción interna, figura como otro de los focos de atención, atendiendo a que sin una administración penitenciaria confiable es imposible asegurar la efectividad de cualquier reforma.
Uno de los ejes principales de gestión son los programas y proyectos de rehabilitación y reinserción social y laboral como herramienta eficaz para la reducción de la reincidencia delictiva. El nuevo modelo de gestión busca enfocar más recursos en la educación, capacitación laboral y atención psicológica para preparar a los reclusos para la vida fuera de prisión.
La infraestructura penitenciaria es un desafío mayúsculo, considerando que el nuevo modelo de gestión busca priorizar un enfoque más humanista y de respeto a los derechos humanos.
Entre los retos de la actual administración del Ministerio de Justicia se encuentra el uso de la tecnología para mejorar la vigilancia y el monitoreo de las prisiones, como cámaras, escáneres y sistemas de bloqueo de señales de teléfonos móviles.
Un eje transversal para la reforma del sistema penitenciario es la coordinación interinstitucional, para enfrentar de manera efectiva al crimen organizado desde las cárceles.
A tal efecto, se requiere de un trabajo coordinado entre todas las instituciones que forman parte del sistema de seguridad y del sistema judicial, para garantizar la seguridad nacional, en general, y penitenciaria, en particular. Sin esta coordinación, las reformas y los esfuerzos de control pueden ser fragmentados e ineficaces.
El Ministerio de Justicia confía en el éxito del nuevo modelo de gestión penitenciaria, garantizando tanto la seguridad dentro de los centros penitenciarios como la rehabilitación de los reclusos.