Jon Rahm está de vuelta en España después de cogerse una semana de descanso donde estuvo en su domicilio de Arizona junto a su esposa y su tercer retoño, aunque toca volver a la competición y lo hará a partir del jueves en el Andalucía Masters, en el RCG Sotogrande.
Aunque antes de empezar a centrarse en el tercer torneo que disputará del DP World Tour después del Open de España y el Alfred Dunhill, también está pendiente de lo que sucede en las negociaciones entre el PGA Tour y el LIV Golf, que también le afecta de pleno.
Rahm necesita jugar torneos del DP World Tour para sumar puntos de cara a la Ryder Cup, cosa que no le otorga el LIV Gol en la división que vive el circuito estadounidense y el saudí.
Optimista de cara al futuro
El vasco se mostró optimista sobre las opciones de que ambos circuitos acerquen posiciones y puedan firmar la paz que le encantaría al vasco, tras su salto al LIV Golf.
“Ojalá haya cierto arreglo y lleguemos a un ambiente más amigable”, fue el deseo del vasco, que aseguró saber “lo mismo que vosotros”, refiriéndose a los medios de comunicación.
“No me atrevo a decir nada pero sí que soy optimista, voy a ver si a final de año tienen algo acordado de algo que vayan a hacer”, dijo. “Es más fácil entre comillas que ciertos jugadores del PGA Tour sepan algo más de información que nosotros”, explicó.
“Podría preguntar a Greg Norman (CEO del LIV Golf) pero no sé si merece la pena malgastar tiempo y el mío sin tener que poder hacer algo”, comentó el de Barrika