La victoria en el derbi sevillano fue un soplo de aire fresco para un Sevilla que se ahogaba. El equipo hispalense se impuso al Real Betis en el Ramón Sánchez-Pizjuán con el solitario gol de Dodi Lukébakio desde el punto de penalti y sumó tres puntos vitales para colocarse en la media tabla. Sin embargo, además de alegrías, muchas, también hubo señalados, dos para ser exactos.
García Pimienta dio varias pistas sobre sus preferencias en cuanto a jugadores y les mandó una advertencia a dos de los nuevos fichajes. El primero, el delantero Kelechi Iheanacho, no tuvo ni un minuto de juego ante el regreso de Isaac Romero, aunque lo cierto es que a nadie sorprendió que el de Lebrija fuese titular.
Lo que sí que llamó más la atención fue la nula participación de Valentín Barco, uno de los fichajes que despertó más ilusión en el cuadro sevillano en su llegada a Nervión en calidad de cedido, especialmente tras sus primeros choques con la camiseta del Sevilla. El ex de Boca, propiedad del Brighton, pagó las consecuencias de su mala actuación ante el Athletic Club en San Mamés.
En La Catedral, el argentino de 20 años estuvo poco contundente y su carril, el izquierdo, fue una autopista sin peaje para los ‘leones’, que dejaron escapar el triunfo en el 90+3′ por un autgol de Álex Padilla. García Pimienta, muy descontento con sus primeros 45 minutos, decidió sentarlo y dio entrada a Juanlu al descanso como respuesta a su flojo desempeño.
POR DETRÁS DE ADRIÀ PEDROSA
Llegaba al derbi tras ser titular en los últimos dos partidos, pero el técnico barcelonés optó por Adrià Pedrosa en el lateral izquierdo en uno de los partidos más importantes del calendario sevillista. Pero el mensaje de verdad llegó en el minuto 79. García Pimienta decidió sacar al ex del Espanyol del campo, pero se decantó por Kike Salas para relevarlo. Valentín Barco, que había tenido minutos en todos los partidos en los que había sido convocado, se quedaba a cero contra el Betis.
Con el 1-0 en el marcador, García Pimienta no las tuvo todas consigo para poner sobre el campo a un Valentín Barco que en ataque va sobrado, pero que debe dar un paso adelante en defensa, especialmente en cuanto a contundencia se refiere. A sus 20 años, tiene tiempo para ponerle remedio. ¿Logrará brillar como sevillista?