Joker: Folie à Deux ha sido un fracaso hasta ahora, al menos si nos fijamos en las previsiones de Warner con ella. La película ha recibido una acogida bastante pobre por parte de los fans y de la crítica, y la venta de entradas del fin de semana de estreno tampoco ha sido muy buena. Es cierto que el fracaso en los ingresos es un problema de Warner Bros. y DC, ya que la secuela ha contado con un presupuesto de unos 200 millones de dólares y se decía que necesitaba recaudar unos 450 millones de dólares para llegar a un punto de equilibrio con la inversión en marketing. A modo de comparación, la realización de la primera película costó aproximadamente una cuarta parte de esa cantidad, lo que significa que su punto de equilibrio habría sido de unos 100 millones de dólares.

Con un fracaso tan colosal en mente, puede que te preguntes cómo Joker: Folie à Deux ha llegado a esta situación, y si se debe a decisiones creativas enfrentadas entre el director Todd Phillips y los nuevos jefes de DC, James Gunn y Peter Safran. Pues bien, no fue así en absoluto.

En una sesión de preguntas y respuestas previa a la proyección de la que informó SlashFilm, Phillips afirmó que ni Gunn ni Safran tuvieron nada que ver con la secuela y que simplemente le dejaron cocinar y hacer la película que él imaginaba.

“Con el debido respeto a [Gunn y Safran]. Esto es una especie de película de Warner Brothers, y ellos también querían que fuera como: ‘Vale, Todd hizo lo suyo. Que Todd siga haciendo lo suyo’.”

La película Joker siempre ha existido al margen de cualquier plan más amplio en el creciente Universo DC, así que no es exactamente sorprendente oír que la secuela de Phillips no estaba siendo retorcida para encajar en el nuevo universo cinematográfico. Echando ahora la vista atrás, seguro que alguien en WB piensa que quizá debería haberlo hecho.