Las cuatro gigantes tecnológicas han presidido el consorcio desde que lo anunciaron en 2016, cuando los gobiernos occidentales les reprochaban que permitieran al Estado Islámico publicar videos horripilantes de periodistas y humanitarios decapitados. Ahora con una plantilla de ocho personas, el GIFCT; que la junta organizó como una organización sin fines de lucro estadounidense en 2019 después de la masacre de Christchurch, es uno de los grupos a través de los cuales se pretende que los competidores tecnológicos trabajen juntos para abordar daños discretos en línea, incluidos el abuso infantil y el comercio ilícito de imágenes íntimas.
Estos esfuerzos han contribuido a reducir algunos contenidos no deseados, y señalar el trabajo realizado puede ayudar a las empresas a eludir normativas onerosas. Pero la política de gestión de los consorcios suele mantenerse en secreto. Solo ocho de las 25 empresas miembros del GIFCT respondieron a las peticiones de comentarios de WIRED. Todas ellas, entre las que se encuentran Meta, Microsoft y YouTube, afirman estar orgullosas de formar parte de lo que consideran un “grupo valioso”. La directora ejecutiva del Fondo , Naureen Chowdhury Fink, no ha rebatido la información de WIRED. Afirma que TikTok sigue en proceso de convertirse en miembro.
La salida de X fue una decisión aplazada
El GIFCT ha dependido de las contribuciones voluntarias de sus miembros para financiar los aproximadamente 4 millones de dólares que gasta anualmente, que cubren salarios, investigación y viajes. Según los archivos públicos disponibles, de 2020 a 2022, Microsoft, Google y Meta donaron una suma de al menos 4 millones de dólares y X 600,000 dólares. Otras empresas contribuyeron con decenas de miles o cientos de miles de dólares, pero la mayoría no pagó nada.
El año pasado, al menos dos miembros del consejo de administración estaban furiosos con las empresas, a las que consideraban aprovechadas, y el personal de la organización sin fines de lucro temía que sus puestos de trabajo estuvieran en peligro. Y, de acuerdo con dos personas con conocimiento directo, no ayudó que, cuando Musk convirtió Twitter en X hace un año, siguiera recortando costos, incluida la suspensión de los cheques opcionales de la empresa al GIFCT. Para diversificar el financiamiento, el consejo ha dado el visto bueno a solicitar fundaciones e incluso explorar subvenciones públicas para proyectos no esenciales. “Realmente tendríamos que considerar cuidadosamente si tiene sentido. Pero a veces trabajar con múltiples partes interesadas es útil”, refiere Chowdhury Fink.
Los activistas de derechos que el grupo consultó en privado cuestionaron si esto contaría como subvenciones para gigantes tecnológicas, lo que podría desviar recursos de proyectos potencialmente más potentes contra el extremismo. Pero los registros muestran que el personal estaba considerando solicitar una subvención de más de decenas de miles de dólares a la filantropía proisraelí, Newton and Rochelle Becker Charitable Trust. Chowdhury Fink menciona que el GIFCT no llegó a solicitarla. Este año, Meta, YouTube, Microsoft y X modificaron los estatutos de consejo para exigir contribuciones anuales mínimas a todos los miembros a partir de 2025, aunque Chowdhury Fink afirma que es posible hacer excepciones. Los miembros de pago podrán votar para dos puestos en el consejo de administración. Para poder formar parte de la junta directiva será necesario hacer una donación más cuantiosa. X había señalado que no pagaría y que, por tanto, perdería su puesto. Estaba previsto que tuviera poder de desempate en el consejo de las cuatro empresas en 2025. De acuerdo con las normas, Meta, YouTube y Microsoft podrían haber expulsado a X del consejo en cuanto Musk adquirió la empresa. Pero decidieron no ejercer ese poder.