El presidente de Asora Py, Gustavo Espínola, destacó que este proyecto es único a nivel mundial ya que se realiza en zonas urbanas, a diferencia de otros proyectos similares en países vecinos que operan en entornos naturales.
“Hace 200 años, estos guacamayos vivían en estas áreas que ahora son urbanas. Con la urbanización, hemos desprotegido a quienes habitaban aquí originalmente. Lo que buscamos es repoblar”, explicó.
Proceso de incubación
Hace aproximadamente 10 días, una pareja de guacamayos rojos, que vuelan en libertad , pusieron dos huevos en un nido artificial ubicado en Luque. El director de Asora Py ha informado que es posible que la pareja ponga hasta cinco huevos en total. “Los pichones nacerán en un promedio de 28 días desde la puesta del último huevo”, detalló.
Una vez que los pichones nacen, permanecen en el nido por alrededor de 90 días. Durante este tiempo, los padres se encargan de su alimentación y cuidado. El verdadero desafío comienza cuando los pichones abandonan el nido, ya que su vuelo aún es torpe y pueden ser confundidos con aves heridas por los ciudadanos.
“Uno de los mayores problemas que enfrentamos en el proyecto Gua’a Urbanos es cuando los pichones salen del nido. Al no tener un vuelo ágil, se posan en el árbol más cercano, lo que preocupa a la gente, que suele llamar a los bomberos pensando que las aves están heridas”, explicó el presidente de la asociación.
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Los guacamayos adultos pueden volar hasta 30 kilómetros diarios, recorriendo toda el área del Gran Asunción. Por ello, es vital el empoderamiento ciudadano y la participación activa en la protección de estos pichones. “Necesitamos que toda la población del área central los proteja”.
Conservación y educación
Este proyecto no solo busca la conservación de los guacamayos rojos, sino también educar a la comunidad sobre la importancia de convivir con la fauna local. La colocación de nidos artificiales en áreas urbanas es una estrategia innovadora que tiene el potencial de cambiar la forma en que se realizan los esfuerzos de conservación en todo el mundo.
Los guacamayos rojos (Ara chloropterus) son aves majestuosas conocidas por su plumaje vibrante y su inteligencia. Estas aves pueden vivir entre 30 y 50 años en la naturaleza y son capaces de aprender a imitar sonidos y palabras humanas. Sin embargo, enfrentan amenazas significativas debido a la pérdida de hábitat y el comercio ilegal de mascotas.
La iniciativa de Asora Py es un ejemplo de cómo la intervención humana puede tener un impacto positivo en la conservación de especies, promoviendo la coexistencia armoniosa entre la fauna y los entornos urbanos.