“En ese punto [diagnosticado el trastorno] los psicoterapeutas tenemos ciertas pruebas para ver el grado de ansiedad que pueda llegar a presentar la persona o bajo qué parámetros. Puede ser que sea ansioso ante manejar, ante cocinar, a ir la escuela. Depende y es diferente para cada quien. Yo siempre digo que cada cerebro es un mundo, por lo tanto nuestros padecimientos, trastornos y situaciones también lo son”, afirma Cacho.
¿Qué eleva el riesgo de tener un trastorno de ansiedad?
Existen tres factores de riesgo importantes para desarrollar un trastorno de ansiedad: genéticos, psicológicos y ambientales. Que una persona atraviese por alguno de ellos no implica que desarrollará ansiedad disfuncional. Sin embargo, identificarlas ayuda a que los expertos en salud mental encuentren la mejor forma de ayudar a sus pacientes.
“Si en tu familia ha habido trastornos de ansiedad, ansiedad generalizada o cualquier otro tipo de problema de salud mental, aumenta el riesgo. Si mis dos padres tienen ansiedad, puede subir hasta un 60% de riesgo. Si alguno de mis padres lo tiene, la cifra sube alrededor de 40%”, recuerda el psiquiatra.
También hay factores psicológicos. “Importa cómo afrontamos la realidad. Cada uno de nosotros le hace frente de maneras distintas, de acuerdo a nuestras propias experiencias. Por ejemplo, si ahorita empieza a temblar, yo puedo elegir echarme a correr, llorar y cortar la conversación contigo. Pero también es posible que lo tome con calma, que yo te avise que vamos a pausar la plática y cuando todo esté tranquilo, la retomamos con normalidad”, continúa Díaz López.
“Mientras tanto, los factores ambientales son cosas como el trabajo, la escuela o la familia. Tienen que ver en cómo funciona ese ambiente y si ahí hay formas de comunicar las emociones o si existen maneras de liberar la tensión”, señala el médico.
Tengo ansiedad, ¿ahora qué?
Algunos de los videos más populares de TikTok entorno a la ansiedad recomiendan directamente pasar al uso de ansiolíticos. Estos generalmente estimulan la producción del ácido gamma-hidroxibutírico (que el cuerpo produce naturalmente) para potenciar la relajación del cuerpo. La mayoría de los expertos en la salud mental coincide en que es necesario primero acudir a terapia.
“No siempre tu cerebro necesita medicación. A veces lo que necesitas es acomodar, digamos, tus ideas” dice Mercedes Cacho. “Es igual de importante la salud mental que la salud física, porque repercuten una en la otra siempre. No hay manera de que tú tengas algo en la mente que no vaya a repercutir en tu cuerpo”, dice .
Por su parte, el psiquiatra afirma que “ante cualquier tipo de trastorno de ansiedad hay que tomar terapia. Eso lo principal. Si a pesar de la terapia no notas mejoría, entonces hay que acudir al medicamento. O sea: ya fui al psicólogo. Ya me enseñó respiraciones. Estoy controlando el nivel de estrés. Ya no me estoy desvelando tanto. Ya dejé de tomar tanto café y todavía no noto mejoría, entonces voy a psiquiatra”.
Úsese en caso de crisis de ansiedad
Respirar es una de las técnicas más importantes ante una crisis de ansiedad. La psicoterapeuta Mercedes Cacho explica que ser consciente del aire que entra al cuerpo no solo oxigena al cerebro, además ayuda a concentrarnos y a “aterrizar” los pensamientos que provocan angustia. Para dicho propósito también funciona cambiar el foco de atención, hablando con otra persona o haciendo algo más.
“Una gran técnica para reducir la ansiedad es el clásico ‘5,4,3,2,1…’. Cuando experimentes esa emoción imagina cinco cosas que puedas ver, cuatro cosas que puedas sentir o tocar en este momento, tres cosas que puedes oír, dos cosas que puedas oler y una cosa que puedas saborear. Con los sentidos regresamos y, como decimos nosotros ‘tocamos tierra’”, finaliza Cacho.
“Debes tener actividades que te relajen. No tiene que ser terapia, meditación o ejercicio como yoga… es una actividad que te guste y que debe ser ultra prioritaria para ti. La única razón para la cual no la harías sería un caso en el que estuvieras en el hospital. La natación, salir con amigos, alguna cosa artística. Pase lo que pase, esa actividad debería ser la más alta prioridad. Se trata de encontrar algo bueno, positivo y que no sea costoso”, sentenció Díaz.
La ansiedad ha estado a nuestro lado en los momentos más desafiantes y continuará acompañándonos a lo largo de la vida. Algunas personas se proponen actuar como si no la sintieran, evitarla a toda costa, pero psicólogos, psicoterapeutas y psiquiatras aseguran que ese no es el camino correcto. La ansiedad no debe ser un estado al que temer. Es una emoción que forma parte de la experiencia de vivir y, por tanto, es fundamental conocerla e identificarla.