Andy Murray, cinco veces ganador de Queen’s, aseguró que “ojalá” no hubiese salido a la pista tras la lesión en la espalda que sufrió este miércoles en la segunda ronda del torneo londinense.
El escocés decidió retirarse tras cinco juegos en su encuentro contra Jordan Thompson por un problema en la espalda que empeoró antes del partido.
“He sentido un dolor en mi pierna derecha. No tenía coordinación. No me podía mover”, explicó Murray en rueda de prensa.
“Ayer estaba feliz con la victoria, pero mi espalda ha sido un problema durante un tiempo. He sentido dolor en los últimos días, en el partido de ayer, hoy. He podido jugar con ello, pero en el calentamiento estaba muy incómodo, he subido las escaleras en el club antes del partido y no tenía la fuerza normal en la pierna derecha. En las dos primeras bolas que he pegado en el calentamiento mi pierna derecha no estaba funcionando”, añadió el escocés.
“Si me hubiera sentido así antes del partido no hubiese jugado. Hubiera preferido no salir a la pista, pero no lo sabía hasta que iba a salir“.
Sobre su participación en Wimbledon, Murray no quiso aventurarse en nada y dijo que primero tiene que ver a un especialista y someterse a análisis.
Murray no ha puesto una fecha definitiva para su retirada, pero sí aseguró que no planea jugar más allá de verano y que un adiós en Wimbledon, donde ganó en 2013 y 2016, o en los Juegos Olímpicos, donde se llevó dos medallas de oro individuales, sería “ideal”.