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Hemos jugado a Dragon Ball: Sparking! Zero, el sucesor de la serie Budokai Tenkaichi, y ya tenemos nuestras PRIMERAS IMPRESIONES

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Permíteme que aclare algo antes de empezar: no soy fan de Dragon Ball. Hay un montón de gente muy apasionada que se muere por el fenómeno del manganime, pero yo no soy así. La razón por la que quería empezar este avance con esta información es porque también entiendo que hay una comunidad muy dedicada que está absolutamente loca por saber cómo este juego les permitirá realmente dar su propio giro a la franquicia Dragon Ball. Si ese fan dedicado eres tú, permíteme confirmarte que, a juzgar por lo que yo mismo pude ver durante una sesión práctica en Los Ángeles para Summer Game Fest y por el interés que despertó en la sala, este juego lo hará sin duda alguna.

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Dragon Ball: Sparking! Zero es la fantasía definitiva de Dragon Ball. Se trata de un juego que capta la emoción y el poder de que disponen los saiyans en el combate y en la mecánica de lucha, al tiempo que abre los caminos para probar y planear cómo se habrían desarrollado momentos específicos de Dragon Ball si un caso concreto hubiera ido por otro camino. Sí, habrá un modo tipo ‘¿Qué pasaría si…?’, lo que significa que ahora puedes comprobar qué habría pasado si Goku nunca hubiera decidido formar equipo con Piccolo durante los primeros días de Dragon Ball Z para acabar con Raditz, todo ello durante el modo Episode Battle. Este modo presenta ocho episodios basados cada uno en personajes diferentes, siendo el de Goku el más largo y amplio (como era de esperar), y recoge momentos de la historia, desde los días de Z hasta los acontecimientos más recientes de Super, y los muestra bajo una luz diferente.

Pero esto es solo el principio de los elementos de What If…?, ya que las Batallas Personalizadas también te permiten enfrentar a varios personajes entre sí en una variedad de encuentros inéditos creados por los desarrolladores de Spike Chunsoft o por la propia comunidad. Este modo te permite juguetear con casi todas las mecánicas y sistemas, incluso añadiendo tus propios subtítulos, lo que significa que si hay un enfrentamiento en Dragon Ball que has estado deseando ver desarrollarse, pronto podrás hacerlo sin necesidad de que ocurra temática y oficialmente en el anime o el manga.

Siguiendo con la historia y la narrativa por el momento, los desarrolladores también han añadido esta vez la opción de vivir las escenas en primera persona, lo que significa que si alguna vez te has preguntado qué sintió Goku al recibir el ataque de Piccolo durante su sacrificio contra Raditz, ahora puedes sentirlo de la forma más envolvente posible.

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Bien, a la jugabilidad. Como ávido aficionado a los juegos de lucha, puedo decirte que jugar a Dragon Ball: Sparking! Zero es fantástico. Las acciones y los combos resultan fluidos y sensibles, al tiempo que mantienen la característica fantasía de poder por la que siempre ha destacado Dragon Ball. Puedes lanzar los típicos puñetazos, patadas y ataques cuerpo a cuerpo, pero también puedes combinarlos con los ataques de energía ki de Dragon Ball, como el icónico Kamehameha (nuestra querida Onda Vital). El principal inconveniente del uso de estas habilidades energéticas es que, para lanzarlas, debes tener ki, y este se genera simplemente gritando y chillando a toda pastilla en Dragon Ball mientras canalizas, recargas y cargas una barra de ki que, en última instancia, se agota cuando te vuelves completamente Superguerrero, abriendo el camino a ataques devastadores y casi mortales. El inconveniente de utilizar este sistema es, por supuesto, que mientras cargas eres un blanco fácil y propenso a las embestidas enemigas, más que nunca, ya que el juego utiliza un conjunto de movimientos omnidireccionales que hace que el jugador esté expuesto a ataques desde todos los ángulos.

En mi opinión, el sistema de movimiento -debido a su premisa omnidireccional- carece de un poco de refinamiento, ya que se siente un poco rígido, pero tampoco se puede negar que perseguir y dar caza a Vegeta después de atravesar una montaña a puñetazos no es enormemente satisfactorio. Más aún, teniendo en cuenta que el sistema de destrucción que se ha incorporado, parece hacer que todas y cada una de las partes de un nivel estén maduras y listas para ser voladas en mil pedazos. Es una auténtica delicia ver cómo cada nivel puede romperse en pedacitos, y hace que los gráficos, limitados y bastante sosos, no sean un problema.

El combate también tiene algunos trucos diferentes que giran en torno a ciertos personajes. No solo puedes participar en combates por equipos en los que puedes elegir cambiar entre los luchadores de tu equipo a tu antojo, sino que ahora también existe la posibilidad de transformar a personajes específicos durante un combate. Ahora bien, esto solo funciona para los personajes que realmente tienen transformaciones incorporadas en su historia, lo que significa que Goku en particular tiene un montón de opciones alternativas con las que jugar, cada una de las cuales abre la puerta a nuevas habilidades y movimientos que utilizar. Puedes elegir una versión más poderosa de Goku desde el principio o puedes seleccionar la versión Super Saiyan God del personaje en su lugar, pero lo único que conviene tener en cuenta es que se trata principalmente de un cambio cosmético, ya que cada personaje (y cada versión de cada personaje) está diseñado para poder prosperar en cada encuentro. Esto es más o menos la típica filosofía de diseño de los juegos de lucha y algo que vemos en Mortal Kombat, Street Fighter, Tekken, e incluso Smash Bros. Seamos realistas, Canela de Animal Crossing perdería 100 de cada 100 combates contra Sefirot… a menos que sea en el mundo de Super Smash Bros. Ultimate.

Hablando de luchadores que normalmente no tendrían ninguna oportunidad entre sí, Dragon Ball: Sparking! Zero tiene una gran lista de personajes que te permitirán explorar algunos encuentros locos. ¿Quieres ver cómo le iría al bebé Gohan de Dragon Ball Z contra el de God of Destruction Lord Beerus? Ahora puedes. La lista de personajes es importante, pero conviene saber que muchos parecen ser transformaciones de un mismo personaje, ya que Goku tiene innumerables iteraciones a las que echar un vistazo, mientras que solo hay un par de opciones para Freezer, por ejemplo.

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Como fan de los juegos de lucha de perfil lateral más tradicionales, que tienden a dar prioridad a la velocidad, la técnica del combo y la destreza mecánica, me atrajo menos lo que experimenté con Dragon Ball: Sparking! Zero. Es sin duda una delicia con toneladas de potencial que sin duda estará en lo alto de la lista de deseos de muchos aficionados, pero en lo que respecta a una experiencia de lucha, creo que le falta un poco de garra. Tal vez la historia y la narrativa, así como los elementos multijugador, compensen esta opinión, y eso es algo de lo que sin duda podremos hablarte más en algún momento antes del lanzamiento. Pero tal y como están las cosas, no estoy demasiado convencido de que Sparking! Zero vaya a respirar el mismo aire que otros grandes juegos de lucha como Tekken 8 o Street Fighter 6.

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