Hasta el momento, la Fiscalía no ha intervenido en el caso de posible desvío de bonos de la Municipalidad de Asunción y la “desaparición” de G. 500.000 millones. El propio intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez confirmó que utilizó parte de esos fondos para el “pago de honorarios” y alegó falta de dinero por alta morosidad de contribuyentes.
El abogado Guillermo Duarte Cacavelos analizó el marco penal en el cual podría enmarcarse este hecho. “En este caso, por lo que conocía a través de las publicaciones, el punto es que se emitieron bonos que tienen costos financieros y que estaban obligados a un gasto concreto que es de capital”, señaló, considerando que debían ser destinados a obras específicas de la Municipalidad de Asunción.
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Indicó que la diferencia de capital incrementa el patrimonio del ente y el gasto corriente “se esfuma” en el momento en que se realiza. “En este contexto es que, si es que se solicitó un dinero que tiene un costo financiero y una justificación por el eventual aumento de patrimonio por la obra que se va a realizar, y finalmente ese ingreso se deriva a un gasto corriente, el ente sufre una disminución patrimonial porque el costo financiero no tiene contraprestación económicamente equivalente”, señaló.
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“Hay que hacer una comparación si existe una equivalencia entre el valor económico de lo que sale con lo que ingresa al patrimonio. Si esa comparación arroja un resultado negativo, entonces existe un déficit patrimonial que se traduce en el resultado típico de la lesión de confianza, perjuicio patrimonial”, manifestó.
Bonos de Nenecho: “no se puede hacer un préstamo para el pago de salarios”, dice abogado
El profesional señaló que no se puede hacer un préstamo para el pago de salarios, salvo que haya una situación extraordinaria que lo justifique.
“Gastar dentro del municipio uno u otro rubro, solamente ese hecho que sería básicamente malversar, no constituye lesión de confianza, pero si del dinero que uso de un rubro a otro rubro saco dinero que estaba obligado para una obra para pagar un salario, salvo que ese salario sea el costo de la obra, hay un perjuicio patrimonial”, planteó.
Señaló que si el salario constituye un servicio corriente, entonces existe un perjuicio patrimonial. En ese sentido, es importante aclarar si los honorarios pagados están o no relacionados a las obras para las cuales fueron emitidos los bonos.
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Se debe analizar el “dolo”, dice abogado
Así también, el abogado señaló que se debe corroborar objetivamente que el dinero haya sido destinado a gastos corrientes municipales. “Si lo que se publica hoy, que llegó el dinero y desapareció o se gastó inmediatamente, supone el conocimiento previo del administrador de qué iba hacer con el dinero, eso desde la dogmática penal sería el dolo, si efectivamente fue al gasto corriente”, añadió.
Duarte Cacavelos agregó que, debido a la rapidez con que se produjeron las transferencias, aparentemente “se sabía” que el destino final era conocido y, por ende, se trataría de un hecho punible objetiva y subjetivamente hablando, debido a la existencia del dolo.
Con respecto a la justificación de la morosidad, señaló que ahí se reconoce que había conocimiento previo. “Hay que analizar si realmente es una causa de justificación lo que ellos dicen, pero desde mi lógica y lo que escuché, no, no existe una justificación. Porque para que se den los presupuestos tiene que ser una agresión presente, debe existir una proporcionalidad entre la conducta y el bien sacrificado y bien salvado. No tiene que existir otra vía y otra forma de solucionar. Lo que entiendo es que esto no es así desde el punto de vista de la administración pública”, enfatizó.
Señaló que en ese caso todas las instituciones recurrirían al endeudamiento, en perjuicio de las próximas generaciones.
En otro momento, planteó que se pueden aplicar acciones judiciales para ejecutar el cobro de la impuestos, sin recurrir a más endeudamientos.
Finalmente, el abogado manifestó que la Fiscalía debería investigar de oficio en este caso y realizar pesquisas en busca de documentación. “Pero a nuestra Fiscalía luego no podemos pedirle demasiado. Desde que hablamos de Mandrakes y sincericidios, no esperemos que alguien se anime a presentar una denuncia”, agregó.