Son en realidad tres las municipalidades de Alto Paraná las que hasta ahora no presentaron rendición de cuentas ante el Ministerio de Economía y Finanzas, de los millonarios montos que recibieron anteriormente, y en consecuencia no están recibiendo nuevos desembolsos en concepto de ROYALTIES y FONACIDE.
Ciudad del Este, administrada por Miguel Prieto Vallejos es la principal de ellas, y de acuerdo a los datos, al igual que sus colegas de Santa Rita y Ñacunday, Rafael Ramírez y Edgar Torres respectivamente, están teniendo dificultades para justificar sus millonarias erogaciones, con esos fondos.
Se tratan precisamente de recursos que están blindados para invertir en obras de infraestructura o capital (Royalties) y Educación (Fonacide) respectivamente, pero cuyas exigencias han aumentado en los últimos tiempos, para los administradores municipales y regionales, como condicionante para continuar con los desembolsos anuales.
Por ejemplo, estas municipalidades no remitieron hasta ahora las facturas de pago finiquitado a las empresas adjudicadas en licitaciones, no debe existir deudas con ellos, las copias de cada uno de los contratos deben ser remitidas, y se tienen que enviar fotografías de todo cuanto se hizo con ese dinero, como, por ejemplo, aulas, escuelas, empedrados, asfaltados, o cualquier compra que aumente el capital de la entidad receptora.
Ni Miguel Prieto en Ciudad del Este, ni Edgar Torres en Santa Rita, ni Rafael Ramírez en Ñacunday, han cumplido con estos requisitos, y por lo tanto las poblaciones de estos municipios no están recibiendo el dinero que tiene como origen, la energía de Itaipú, generada desde el Alto Paraná, y cuyas utilidades se reparten en todo el país.
