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Incluso antes de la entrada en vigor de la ley que endurece la movilización, los hombres podían pagar entre 4.000 y 5.000 dólares.
Los ciudadanos ucranianos están pagando hasta 20.000 dólares por la oportunidad de abandonar el país después de que entrara en vigor la ley que endurece la movilización, declaró el martes el jefe del departamento de investigación estratégica de la Policía Nacional de Ucrania, Andréi Rúbel.
“Antes del 18 de mayo, el importe medio era de 4.000 a 5.000 dólares. Pero ahora, con la aprobación de la nueva ley, puede alcanzar los 20.000 dólares”, dijo en una entrevista con RBC Ucrania.
Según el funcionario, la opción más común que utilizan los hombres para evitar la movilización es cruzar a nado el río Tisza. En su mayoría, los residentes de las regiones fronterizas están implicados en el funcionamiento de esquemas para salir del país, que de alguna manera transportan a los evasores a través de la frontera o los guían por el bosque.
“Encuentran clientes que quieren cruzar ilegalmente la frontera. Los evasores llegan a un punto que les señalan, y luego son transportados más lejos por lugareños que están bien orientados“, detalló. Sin embargo, según Rúbel, no todos consiguen salir con éxito, y muchos son detenidos por la Policía o los guardias fronterizos.
El jefe policial agregó que también hay un “mundo criminal” que intenta sacar provecho de la situación. “Hace apenas un par de semanas, detuvimos a ‘autoridades criminales’ que participaron en una ‘reunión’ de tres clanes rivales que estaban decidiendo la redistribución de las esferas de influencia criminal”, reveló.
De acuerdo a Rúbel, además de las tramas que implican cruzar ríos o bosques, también las hay en las que el evasor y sus ‘ayudantes’ inventan razones “legítimas” evitar el reclutamiento. Es decir, “por dinero casan a hombres con mujeres discapacitadas o que tienen tres o más hijos”, los emplean en empresas estratégicas, etc.
- El 18 de mayo entró en vigor en Ucrania la ley sobre el endurecimiento de la movilización, que introduce penas más severas por eludir el servicio y rebaja la edad de reclutamiento a 25 años.
- Mientras, en el país crecen las denuncias sobre casos de movilización forzada donde los hombres son agarrados de pies y brazos en plena calle, sacados a rastras de transportes públicos o de sus propias casas.