Si me dijeran que a Free Lives se le ocurrió la idea de crear Anger Foot tras el colocón de un finde repleto de drogas, no me sorprendería. Este juego es más raro y absurdo de lo que te puedas imaginar, pero ese es uno de sus puntos fuertes. Bueno, eso… y la jugabilidad tan dinámica, emocionante, fluida y bestia que ofrece.
Pero ¿qué es Anger Foot? Se trata de un título en el que los jugadores asumen el papel de un personaje conocido como Anger Foot, al cual llaman así por sus furiosos pies. El extraño protagonista es lo que obtendrías si John Wick cambiara las artes marciales bien coreografiadas por una potente patada que sería capaz de acabar con varios enemigos de golpe, pues eso es lo que hace el personaje, se desliza por el mundo golpeando a los enemigos hasta matarlos gracias a su inmensa fuerza. Pero te preguntarás que por qué parece que está tan sediento de sangre, ¿verdad? Pues bien, las cuatro bandas que controlan Shit City, la ciudad infestada de maleantes y violencia en la que vive, y le han robado a Anger Foot su exclusiva colección de zapatillas, así que quiere vengarse y recuperar su preciada colección.
Anger Foot está pensado para que los jugadores prácticamente vuelven de nivel a nivel, pues estos son cortos, pero están repletos de enemigos. Así pues, la idea es llegar desde el principio hasta el final de cada nivel eliminando a tantas amenazas como sea posible por el camino, mientras intentas completar diferentes objetivos secundarios que menudo resultarán de lo más desafiantes… y todo esto sin recibir mucho daño, claro. Si algún enemigo te asesta un golpe fatal, morirás y tendrás que empezar el nivel desde el principio. Y lo mismo te pasará si recibes demasiadas balas en poco tiempo, te caes de un edificio o te acercas demasiado a una explosión. Puede que no parezca muy complicado, pero os recordamos que Anger Foot está diseñado para ser un título muy rápido en el que los jugadores deben reaccionar casi instantáneamente para evitar recibir daños, sobrevivir y derrotar a tantas amenazas como sea posible mientras intentar completar sus niveles, los cuales se suelen dividir en varias habitaciones o salas que, a veces, harán que tengas que pensar dos veces dónde entrarás primero… Así que, como ves, evitar la muerte no siempre resultará tan fácil… Aunque, de nuevo, esto es lo que hace que Anger Foot sea un título tan divertido de jugar.
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El título la verdad es que es un no parar. La velocidad que presenta el juego de por sí, la necesidad de una respuesta rápida por parte del jugador, la banda sonora machacona y su tono descarado y desenfadado, ofrecen una experiencia de juego que no hará más que aumentar tu ritmo cardíaco y desquiciarte una y otra vez. La fluidez y la forma en la que puedes combinar el ataque cuerpo a cuerpo con los tiroteos que montarás gracias a las armas que podrás recoger de los enemigos derrotados y cómo todo esto encaja perfectamente con la manera en la que tendrás que abordar la derrota varias veces para entender que puedes usar el entorno a tu favor, aprovechando la posición de los barriles explosivos o encontrando formas más seguras de avanzar en cada nivel… Todo esto implica que tanto la jugabilidad del título como el bucle infinito en el que te envuelve, está muy bien pensado, muy bien hilado y muy bien desarrollado. Un ejemplo de adaptación al entorno y a los enemigos es que no puedes disparar a los enemigos con escudos antidisturbios, así pues, en su lugar, tendrás que patearlos para acabar con ellos… pero probablemente no quieras adoptar el mismo enfoque contra los enemigos que llevan escopetas. Aunque si quieres puedes intentarlo, claro, pues en Anger Foot todo se basa en las decisiones del jugador y en cómo afronta cada encuentro y situación como mejor te parezca.
Debo admitir que hay momentos en los que el título resulta un poco frustrante y en ocasiones la fluidez se resiente cuando te quedas atascado o porque, de repente, los enemigos descubren que son tiradores expertos y no fallan ni una sola bala… o porque el registro de impactos no funciona a tu favor, lo que provoca que los enemigos sobrevivan a combates cuerpo a cuerpo y a ataques que normalmente resultarían mortales… En resumen, he encontrado algún que otro problema extraño que, sin duda, sé que se solucionarán cuando Anger Foot se lance por completo, pero alguno de ellos son enemigos que atraviesan las paredes para atacarte o caídas tan locas como el juego de la velocidad de fotogramas durante explosiones o momentos caóticos repletos de elementos… aunque también es cierto que son detalles menores que frustran más que otra cosa.
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Anger Foot es entretenido sin esfuerzo y los desafíos que presenta están, en general, muy equilibrados. Si simplemente quieres superar los niveles sin complicarte la cabeza, puedes hacerlo sin problemas, pero si, por el contrario, prefieres intentar superar los muchos objetivos secundarios que dificultarán tu viaje vengativo, como superar los niveles superrápido o completar un nivel utilizando solo el ataque cuerpo a cuerpo, también puedes hacerlo para ganar estrellas adicionales que se pueden utilizar para conseguir nuevos zapatos para que Anger Foot se los ponga. Además, el hecho de que cada nivel sea diferente y ofrezca un desafío único al anterior hace que nunca te aburras, algo a lo que contribuyen aún más los combates contra jefes que aparecen de tanto en tanto y que te obligan a dominar nuevas mecánicas de juego y desafíos.
Así pues, Anger Foot no solo es llamativo y divertido de jugar, sino que es una delicia visual con un arte fantástico y colorido y una banda sonora que te hará querer saltar por una ventana o destrozar una mesa. El juego es pura energía y caos y, sin duda, entretendrá a más de un jugador cuando se lance su versión completa en PC en algún momento de este año.