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Ambos mandatarios han valorado la cooperación entre Rusia y Venezuela como mutuamente beneficiosa.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, conversa este viernes con su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, mediante videoconferencia. La conversación tiene lugar en el día en que se cumplen 80 años de relaciones diplomáticas entre los dos países, que se establecieron el 14 de marzo de 1945.
Al inicio de las conversaciones, Putin invitó a Maduro a visitar Rusia el 9 de mayo, día en que se conmemora la victoria en la Gran Guerra Patria. En este sentido, subrayó que Moscú recuerda que Caracas apoyó activamente la lucha contra el fascismo.
Además, el dirigente ruso se ofreció a firmar un acuerdo de asociación estratégica entre ambos países «en cualquier momento conveniente».

También añadió que Maduro está continuando la labor de Hugo Chávez. «Hoy nos unimos contra cualquier manifestación del neonazismo y neocolonialismo«, subrayó Putin.
«Apreciamos que Venezuela apoye las iniciativas rusas relevantes en espacios multilaterales. Rusia y Venezuela mantienen posiciones similares en muchos temas de la agenda internacional. Juntos nos esforzamos por crear un orden mundial más justo, promover los principios de igualdad soberana de los Estados y la cooperación mutuamente beneficiosa sin interferencia externa en los asuntos internos», continuó el líder ruso.
Según Putin, el fortalecimiento ulterior de la asociación estratégica ruso-venezolana en todos los ámbitos «responde sin duda a los intereses del desarrollo armonioso de ambos Estados».
Por su parte, Maduro transmitió «un abrazo de solidaridad, sentimiento fraterno y apoyo constante» a Putin y al pueblo ruso.
«Una etapa de madurez»
En este contexto, el líder venezolano recordó la Cumbre de los BRICS celebrada en la ciudad de Kazán en 2024. «Ahí fue cuando usted y yo compartimos algunos criterios comunes sobre el nuevo mundo que ya había nacido. Este mundo que valoraremos desde nuestra doctrina de la diplomacia bolivariana de paz como un mundo multicéntrico y multipolar. Este mundo, donde las relaciones, el respeto, la igualdad, la cooperación son la esencia del trabajo entre países, entre estados», dijo.
«Hemos entrado en una etapa de madurez en las relaciones entre Rusia y Venezuela. Y confiamos en que en política coincidamos en nuestra visión estratégica del mundo. Tenemos un concepto de que otro mundo es posible, que necesitamos construir relaciones basadas en el respeto, el respeto mutuo, y esto es posible», sostuvo Maduro.
Asimismo, el presidente del país latinoamericano señaló que se prepara para celebrar «a un alto nivel» el próximo Día de la Victoria del Ejército Soviético en 1945. «Permítanme transmitir de antemano nuestras felicitaciones al pueblo ruso«, dijo.
«Es imposible comprender la historia de toda la humanidad sin comprender la victoria del Ejército Rojo sobre el fascismo», subrayó Maduro. «Di instrucciones para hacer una gran celebración a alto nivel, tanto popular como político, e interinstitucional, y desde el punto de vista militar. Y estos días inauguraremos un gran monumento en honor al Ejército Rojo Soviético liberador», agregó.
Además, Maduro expresó la esperanza de firmar un acuerdo sobre la asociación estratégica. Este acuerdo, detalló, aumentará el nivel de las relaciones entre Moscú y Caracas en diferentes áreas: comercial, financiera, bancaria, energía, salud, transporte, agricultura, cooperación en el espacio, geología y uso de los recursos minerales, turismo, así como ciencia, educación, cultura, deporte, entre otros.
- En declaraciones previas, Putin destacó que «Venezuela es uno de los socios fiables de Rusia en América Latina y en el mundo en general» y que las relaciones entre ambos países siguen fortaleciéndose en beneficio mutuo y en todas las áreas, desde la energía, a los productos farmacéuticos, pasando por el transporte y el espacio pacífico.
- Maduro, por su parte, ha calificado a su par ruso como «un ‘crack’ de la política internacional» y «un goleador nato». El dignatario afirmó que Rusia forma parte de las nuevas potencias «no colonialistas» y «no hegemonicistas», una superpotencia que —destaca— define sus relaciones con el mundo «en términos de respeto, igualdad y promoción de una civilización humana, unida, en paz, sobre la base de principios humanos de cooperación, de colaboración».