Pocos días duró la alegría de Alberto Segovia Martínez, procesado por un caso de violencia familiar, quien fue beneficiado con arresto domiciliario con el uso de tobillera electrónica. La medida se revocó y el martes volvió a la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
Según la jueza María Cecilia Ocampos Benedetti, el hombre no incurrió en ninguna violación de medidas, pero aparecieron nuevos indicios en el proceso que motivó a la revocación de la medida.
El hombre está procesado por una brutal golpiza a su pareja, quien manifestó su temor por volver a ser violentada por el hombre y sumarse a la lista de feminicidios en el país.
Actualmente, se tienen con 80 equipos listos para los interesados en ser beneficiados con las tobilleras electrónicas, para lo que deben pagar G. 2.100.000 de forma mensual. En los próximos 80 días sumarían otras tobilleras más.