Lo sucedido ayer en la gala del Balón de Oro no pasará desapercibido. La decisión del Real Madrid de no acudir al conocer que Vinicius no sería el ganador y la propia derrota del brasileño en el premio han supuesto un golpe a nivel de imagen y moral. Uno más que se suma a los incendios que el club blanco necesitaría apagar cuanto antes.
El Madrid se ha visto envuelto ahora mismo en una guerra de ‘todos contra mí’ en la que los blancos parecen estar más cómodos. Una lucha que recuerda a épocas pasadas, concretamente a la de Jose Mourinho en el banquillo. Para el madridismo, al final, el ponerse a todos en contra es una forma de extra motivarse en todos los ámbitos.
Contra LaLiga, la Federación y la UEFA
El Real Madrid tiene a día de hoy una batalla con todas las organizaciones del fútbol español y europeo. Ante LaLiga, la postura del equipo blanco es la de querer acabar con Javier Tebas y sacarle de la presidencia, conscientes de la oposición que está ejerciendo el presidente de la competición doméstica española y de su animadversión por la Superliga.
Ante la Federación Española de Fútbol, el conjunto de la capital ha dejado claro una y otra vez su descontento con los arbitrajes que recibe, llevado al extremo con los vídeos de Real Madrid TV que salen antes y después de cada partido.
Por último, la guerra Real Madrid – UEFA es todavía más evidente desde la declaración pública de querer llevar a cabo la Superliga. Florentino Pérez y Aleksander Ceferin se han lanzado declaraciones duras entre ambos desde entonces y el Balón de Oro ha sido el punto culminante. Para el equipo español, que el organismo liderado por el dirigente esloveno haya entrado en la organización del galardón dorado ha sido lo que ha provocado que Vinicius no gane el premio.
En esto último entra otro integrante en la ecuación: el PSG de Al-Khelaïfi. Una parte de la afición blanca relaciona la buena relación de los parisinos con Ceferin y que el premio se dé en Francia con la decisión final, como venganza por haberse llevado a Mbappé, la estrella blanca con la que el equipo que ahora dirige Luis Enrique tiene conflictos a nivel legal.
Incendio a nivel deportivo en el fútbol, los filiales y el baloncesto
No se puede obviar que, en lo deportivo, el Real Madrid tiene un serio problema. En lo que se refiere al fútbol, la conjunción de los Galácticos 2.0 que ha formado Florentino no ha rendido, ni mucho menos, como se esperaba.
La derrota en el Clásico por 0-4 supuso un golpe casi mortal para un ciclo que ni siquiera había empezado. Kylian Mbappé, que debería ser el líder y la estrella máxima de este equipo, anda perdido sobre el césped y empieza a recibir las críticas de una afición que, tras esperarle durante años, esperaba muchísimo más, especialmente de un jugador cuya aportación defensiva es totalmente nula.
Tampoco Vinicius tuvo su mejor actuación ante el Barça, pero le salva y mucho que cuando el Madrid le ha necesitado en otros momentos de la temporada ha derrochado el talento suficiente como para levantar a los suyos, como ocurrió ante el Borussia Dortmund. Otros, como Bellingham, son la sombra de lo que fueron la temporada pasada, mientras que jugadores como Tchouameni, Arda Güler o Endrick, grandes apuestas del club, son totalmente intrascendentes, bien sea por el bajo rendimiento o por la falta de oportunidades.
Las miradas también se centran, con más o menos razón, en Carlo Ancelotti. Es indiscutible el nivel del técnico italiano y todo lo que ha logrado en su carrera, pero la pregunta es si es el adecuado para levantar esta situación y dirigir a este grupo de jugadores. Un equipo que adolece la falta de líderes, como se pudo ver tras el Clásico: ni una sola reacción de los jugadores, ni un mensaje de perdón o esperanza para el madridismo hasta pasadas más de 20 horas, con algún tweet de Camavinga y Vinicius.
La dura derrota ante un Barça plagado de jugadores de La Masía sacó a relucir, además, la falta de canteranos en el Madrid, jugadores como Carvajal, o Nacho en su momento, que hagan entender a los nuevos lo que es el Real Madrid. Una cantera que vive un momento duro. El Castilla de Raúl lleva más de un mes sin conocer la victoria y apunta a descender a 2ª RFEF si no hay una reacción pronto. El Real Madrid C, por su parte, también se encuentra en posiciones de descenso con un triunfo en nueve partidos.
No está siendo la temporada esperada tampoco en el baloncesto, a pesar de que el equipo blanco ha remontado el vuelo en las últimas semanas. El conjunto dirigido por Chus Mateo jugueteó con una crisis de resultados hasta mediados de este mes, sembrando muchas dudas.
El Bernabéu, foco de problemas
Por último, pero no menos importante, el nuevo Santiago Bernabéu, que tendría que haber sido un foco de felicidad e ingresos, también se ha convertido en un foco de problemas.
Los conciertos han sido anulados tras las demandas por el ruido, las obras del parking del Bernabéu están totalmente paradas y parece que a la batalla legal con los vecinos del estadio todavía le quedan varios capítulos.
Los incendios se le acumulan a un Madrid que, a pesar de estar cómodo en situaciones de crisis, tendrá que empezar a apagarlos si quiere lograr una estabilidad a todos los niveles que, este mismo verano, parecía conservar de manera plácida.