Raphinha está de dulce y no podía perderse la fiesta del Bernabéu. El brasileño redondeó la goleada del Barça con un auténtico golazo marchándose por velocidad y levantando el balón tras la salida de Lunin. El capitán blaugrana anotaba así su décimo gol de la temporada en 14 partidos a lo que hay qye sumar 8 asistencias. Un inicio de curso brutal que le catapulta como uno de los futbolistas del momento.
El brasileño entendió y leyó muy bien el partido y fue uno de los delanteros más verticales del equipo. En la primera mitad tuvo las ocasiones más claras del encuentro pero no acabó de definir aunque apuntaba ya que la iba a liar si el partido se rompía. Y es que la velocidad de Raphinha es un aliado clave para este equipo. Mientras que Lamine pone la magia y Lewandowski los remates, el brasileño rompe las defensas al uno contra uno y hace que los centrales rivales no puedan fijarse. Su nueva posición es un acierto porque, además, Raphinha se multiplica y sacrifica en defensa.
Su partido brilló en la segunda mitad con el Madrid roto. Y tenía que marcar. Aprovechó un pase vertical para marcharse por velocidad y definió como un crack. Raphinha, incluso, tuvo tiempo para servir dos balones de oro que estuvieron a punto de convertirse en el quinto tanto del partido, pero la jugada no acabó en remate.
Hoy por hoy, Raphinha es la imagen del cambio de este Barça. Por fin se ha convertido en un jugador diferencial y en un ejemplo para sus compañeros. Se ha desatado y es el capitán ideal para un equipo que aspira a todo. Si Raphina sigue a este nivel, el equipo blaugrana puede optar a todos los títulos con seguridad.