La Universidad de Buffalo, en Nueva York, ha descubierto una habilidad de los ratones que hasta ahora había pasado inadvertida. Los roedores pueden vocalizar en frecuencias ultrasónicas (USV). Aunque esto ya se sabía, durante años se pensaba que estas ondas ultra bajas servían solo para el acto de cortejo. Un reciente estudio comprobó que los chillidos inaudibles son usados por estos animales para mover partículas sin necesidad de hacer contacto con ellas.
La investigación de Eduardo Mercado III y Jessica Zhuo, expertos en bioacústica, sugiere que los ratones usan las vocalizaciones ultrasónicas para hacer vibrar las partículas que podrían interrumpir o mejorar su sentido del olfato. Los científicos afirmaron que no esperaban que las USV tuvieran estas funciones, pero encontraron inconsistencias en las investigaciones previas sobre su supuesta naturaleza reproductiva. El estudio, publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews, concluye que los ratones intensifican los olores de sus narices a través de la redistribución de odorantes al usar ondas de sonido.
“Las vocalizaciones ultrasónicas pueden afectar lo que huelen los roedores al alterar la deposición de partículas inhaladas. Los roedores coordinan el olfateo activo con la producción de sonido para mejorar la recepción de feromonas”, explica el artículo.
Los “Jedi” de la naturaleza
Los ratones se caracterizan por adaptarse a una amplia variedad de hábitats construidos por humanos. Además, suelen ser el eslabón más vulnerable de la cadena alimentaria en sus ecosistemas. Por ello, han agudizado sus sentidos para distinguir entre fuentes de alimento y depredadores.
La nariz de los roedores es particularmente sensible. Mientras los seres humanos tienen 400 tipos de receptores olfativos, los ratones cuentan con 1,200 diferentes. Además, proporcionalmente, la superficie interna de la cavidad nasal es muy grande, lo que les permite tener “más espacio” para capturar odorantes del entorno.
“Este fenómeno nunca se ha observado antes (utilizar USV para mejorar el olfato) o creo que incluso se ha sospechado en ningún animal. Están creando nuevas vías de información mediante la manipulación de su entorno y el control de las interacciones moleculares de las partículas a su alrededor. Está tan lejos de la escala de lo que sabemos que es como si estuviéramos observando ratas Jedi”, señaló Mercado III.
El sistema olfativo de los ratones también tiene propósitos de comunicación e interacción social. Cuentan con un órgano vomeronasal en la Zona Olfativa Accesoria que se especializa en la detección de feromonas y otros compuestos químicos. Gracias a esta parte de su nariz, los ratones pueden distinguir entre sus compañeros y sus periodos de reproducción.
Los sonidos ultrasónicos se encuentran por encima del rango de la audición humana con frecuencias que superan los 20 kHz. Además de los roedores, los murciélagos usan vocalizaciones similares para ubicarse en la oscuridad a través de la ecolocación. Los humanos han aprendido a utilizarlas para propósitos médicos e industriales. Como estas frecuencias pueden pasar a través de materiales sólidos, se usan para monitorear el estado de salud de los fetos y para limpiar superficies aplicando sonidos inaudibles.