Dormían plácidamente tras la enésima larga y exhausta jornada de trabajo. Pero Hasán Najar, Mohamed Reda y Wissam Qassem no volverán a despertarse. Un ataque de Israel contra la casa donde se hospedaban casi una veintena periodistas de diversos medios en Hasbaya, en el sur del Líbano, los ha matado este viernes de madrugada. “Un crimen de guerra“, así ha denunciado el ministerio de Información libanés la agresión contra los profesionales de la comunicación, en el que han resultado heridos otros tres reporteros. Sin reconocer el ataque, el Ejército israelí ha lamentado la muerte de 10 de sus soldados en enfrentamientos con Hizbulá en las últimas 24 horas, y la de dos civiles en un ataque con cohetes en el norte del país.
Tanto el camarógrafo Najjar como el ingeniero Reda trabajaban para el canal pro-iraní Al-Mayadeen, que ha sufrido el mayor número de víctimas entre sus trabajadores a lo largo de este año de enfrentamientos. Hace dos días, un ataque israelí destruyó su oficina –ya evacuada– en un ataque contra un edificio de varios pisos en los suburbios sureños de Beirut. El otro periodista asesinado este viernes ha sido el camarógrafo Wissam Qassem que trabajaba para el canal Al-Manar, cercano a Hizbulá. El trágico incidente marca el día más mortífero para los periodistas libaneses en un año marcado por la escalada de violencia entre Israel y la milicia libanesa.
“Traicionarlos mientras dormían”
“El enemigo israelí esperó a que los periodistas se acostaran por la noche para traicionarlos mientras dormían”, ha denunciado el ministro de Información, Ziad Makary, en X. “Se trata de un asesinato, después de un seguimiento y una vigilancia, con una planificación y un diseño previos, ya que había 18 periodistas allí en representación de siete instituciones de medios de comunicación; esto es un crimen de guerra”, ha constatado. Los profesionales de la información de canales como Al Jazeera en inglés, Sky News en árabe o el libanés Al-Jadeed dormían en el mismo complejo de chalets cuando ocurrió el ataque. Israel aún no lo ha reivindicado.
Como es habitual, los equipos de estos medios presentes en el sur del Líbano estaban en constante comunicación con las tropas de Naciones Unidas de la misión de paz (FPNUL). Estas eran informadas de cada uno de sus movimientos en la zona, incluso de cuando llegaban a la casa donde se estaban quedando, y se encargaban de comunicarlo a las partes involucradas, entre las cuales está el Ejército israelí. Por ello, era conocido por las tropas hebreas que, en esa casa que estaban atacando, había periodistas. Además, todos ellos habían abandonado Marjayoun después de las órdenes de evacuación del Ejército israelí para la zona. Las tropas hebreas han sometido a un cuarto del territorio libanés a órdenes de evacuación. Cualquiera que circule por esas zonas es objetivo legítimo de ataques.
Sin aviso
“A todos los funcionarios se les dijo que esta casa estaba siendo utilizada como lugar de estancia para los periodistas; nos coordinamos con todos ellos”, ha recordado un periodista de Al-Jadeed, mientras realizaba una transmisión en vivo cubierto de polvo de cemento, jadeando y tosiendo desde el lugar del ataque, donde él también se estaba quedando. Hasbaya no es una zona activa de combate. Hizbulá no opera en este pueblo y no lanza cohetes desde él. Además, no hubo ningún aviso previo al ataque y el Ejército israelí no publicó ninguna orden de evacuación para la zona.
El Comité de Protección de los Periodistas ha pedido que el ataque “sea investigado de manera independiente” y que “los perpetradores” rindan “cuentas”. “Atacar deliberadamente a periodistas es un crimen de guerra según el derecho internacional”, ha dicho Carlos Martínez de la Serna, director del programa del CPJ, en Nueva York. En el último año, Israel también ha asesinado al menos a 12 periodistas libaneses, nueve de ellos desde septiembre, según el Centro Samir Kassir Eyes para la Libertad de los Medios y la Cultura. En la Franja de Gaza, ya son más de 140 los periodistas muertos por ataques del ejército israelí.
Soldados muertos
Por su parte, Israel ha lamentado la muerte de cinco reservistas el jueves por la noche durante operaciones de combate en el Líbano. Según el Ejército israelí, los cinco soldados del 89º Batallón probablemente murieron por un mortero que les fue disparado. Otros 19 soldados resultaron heridos en el incidente, incluidos cuatro que están hospitalizados en estado grave. Un día antes, las autoridades militares anunciaron la muerte de cuatro soldados el miércoles después de que combatienets de Hizbulá emergieran de un túnel oculto entre la espesura, lanzándoles granadas de mano. Otro soldado murió el jueves en otro incidente. El total de bajas es de 10 soldados en apenas 24 horas, elevando la cifra de caídos a 34 desde el inicio de la invasión terrestre del sur del Líbano el pasado 1 de octubre.
Además, en Gaza, otros tres soldados han muerto en combate este viernes. Allí, las fuerzas israelíes han allanado el Hospital Kamal Adwan, en el norte del enclave, como parte de la campaña de asedio militar a la que están sometiendo a la zona. En tres semanas, casi 800 palestinos han muerto como resultado. En el sur de Gaza, en la castigada localidad de Jan Yunis, al menos 38 palestinos han muerto en un ataque israelí contra varias casas de la localidad este viernes.
El reguero de sangre esta vez también ha alcanzado a Israel a través d un ataque con cohetes lanzados desde el Líbano que ha provocado la muerte de dos jóvenes israelíes en la veintena en la localidad norteña de Majdal Krum. Las fuerzas de paz de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano han anunciado que este martes se tuvieron que retirarde un puesto de observación en la ciudad de Zahajra, en el sur del Líbano, después de que las fuerzas israelíes dispararan contra él.